ÉL RESUCITÓ - Haga click aquí para descargar

 

Biografía de Doyle Davidson:


Doyle Davidson nació en una granja cerca de Sarcoxie, Missouri, en 1932. Él sirvió como miembro médico de un hospital de la Marina de los Estados Unidos durante la guerra de Corea, pasando 27 meses en Yokosuka, Japón. Después regresó a los Estados donde fue admitido por la Universidad de Missouri en la Facultad de Medicina Veterinaria en 1958. Justo antes de entrar a la Facultad de Veterinaria, Dios lo visitó y le dijo: «Yo no quiero que seas veterinario, quiero que seas ministro del evangelio». Él no obedeció a Dios ese día y continuó con sus planes y recibió un doctorado en Medicina Veterinaria. Él se mudó al norte de Texas y estableció con éxito la práctica veterinaria equina.

En 1968 Dios se movió en la vida de Doyle y por dos años, la presencia del Señor lo acompañó en su coche preguntándole cuándo iba a predicar el evangelio. El Señor lo dirigió en 1969 a vender su hospital y él lo obedeció. El 2 de enero de 1970, la venta fue finalizada y él se alejó, sin saber a dónde iba a ir. Aunque había nacido de nuevo cuando era un niño pequeño, Jesús vino a ser Señor de su vida ese día y él fue bautizado posteriormente en el Espíritu Santo y en agua. Dios lo mandó a Israel en 1974, ungiéndolo para predicar el evangelio en la Tumba del jardín el 16 de junio con el pasaje de Hechos 1:8 ardiendo en su corazón. En 1980, Dios instruyó a Doyle para que hablara a la gente de Plano, Texas. Él estableció el ministerio de Water of Life (Agua de Vida) y en 1982 terminó con su práctica veterinaria.

Doyle es llamado como un siervo y apóstol del Señor Jesucristo. En 2017 el Señor le dijo: «Te he elegido y enviado a las cuatro esquinas de la tierra para que lleves mi palabra sin desesperación o miedo».



INTRODUCCIÓN

En noviembre de 1988, recibí un pedido de un pastor en África por algunos de nuestros casetes. Dios me dirigió que le mandara diez casetes de enseñanza y así lo hice. Recibimos ocho pedidos más de casetes en noviembre y diciembre de 1988 y luego nos pidieron 6000 en 1989.

Para junio de 1990, habíamos enviado más de 88,000 horas en casetes de enseñanza y alabanza a 9,000 personas en los Estados Unidos de América y a 18 países extranjeros.

En agosto de 1989, Dios me dirigió poner a disposición en casetes las enseñanzas que Él me ha dado “El Evangelio y sus Beneficios” y “La Sangre de Jesús”. Desde agosto de 1989, hemos enviado, gratis bajo petición, un casete cada mes durante 20 meses, empezando con el primer casete de la serie: “Él Resucitó”.

Dios ahora me ha dirigido en poner las enseñanzas de “El Evangelio y sus Beneficios” y “La Sangre de Jesús” en libro y distribuirlos otra vez, gratis bajo petición.

En 1 Corintios 9:9-18, el apóstol Pablo dice:

9 En la ley de Moisés está escrito: «No pondrás bozal al buey que trilla.» ¿Se preocupa Dios por los bueyes

10 o lo dice enteramente por nosotros? Sí, por nosotros se escribió esto, porque con esperanza debe arar el que ara y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.

11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿será mucho pedir que cosechemos de vosotros lo material?

12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Sin embargo, no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.

13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del Templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?

14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.

15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo, porque prefiero morir, antes que nadie me prive de esta mi gloria.

16 Si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciara el evangelio!

17 Por eso, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.

18 ¿Cuál, pues, es mi recompensa? Que, predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.


Esto es lo que Dios me ha instruido hacer, dar el evangelio de Cristo gratis.

Dios me ha revelado estas enseñanzas en lo últimos 20 años. Si tienes oídos para oír, deja a un lado tu orgullo religioso, tu tradición religiosa, tu tradición de hombre, tu denominación, tu teología y tu enseñanza de la escuela bíblica. 1 Corintios 8:1 nos dice que el conocimiento te envanece, pero el amor edifica. Es 2 Juan 1:6 declara: “6 Y éste es el amor: que andemos según sus mandamientos”. Y Juan 14:23 declara: “El que me ama, mi palabra guardará”.

Si tú amas a Dios, tú guardarás sus palabras, si tú guardas sus palabras, tú guardas su comisión y si tú guardas su comisión, tú predicarás el evangelio. Si tú predicas el evangelio, Dios te enviará y si Dios te envía, será porque tú estás predicando el evangelio.

Si tú predicas el evangelio, es el poder de Dios para la salvación a cualquier que crea, a los judíos primeramente y también a los griegos. Como Romanos 1:17 dice: “Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por (Su) fe vivirá»”. (cita en Habacuc 2:4).


CAPÍTULO 1

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?


Este capítulo podría fácilmente ser nombrado: "Qué No es el Evangelio". Antes de que terminemos, vas a descubrir que gran parte de lo que tú pensaste que era el "evangelio" no es en absoluto el evangelio. Permíteme que empiece con esta declaración que desafiará tu corazón religioso y tu mente religiosa.

La siguientes frases están probablemente escritas en tu Biblia: "El Evangelio de Acuerdo a San Mateo, San Marcos, San Lucas, o San Juan". Te aseguro que encontrarás cosas en estos cuatro libros del Nuevo Testamento que no son el evangelio.

En realidad, las opiniones de algunos hombres hicieron que nombraran a estos libros "el evangelio de acuerdo a Mateo, Marcos, Lucas, y Juan". El verdadero evangelio es que Jesús murió, fue enterrado, y resucitó el tercer día.

Toda mi vida he oído: "¡Arrepiéntete, arrepiéntete, arrepiéntete!" La mayoría de los predicadores en los Estados Unidos de América nunca me dijeron que creyera en algo. Ellos ciertamente nunca me dijeron que creyera en el evangelio.

Cierto predicador ha estado instruyendo por toda América durante los últimos 40 años arrepiéntete. América no se ha arrepentido todavía. Tú tienes que ser honesto contigo mismo. Si Dios mandó a este hombre y América no se ha arrepentido, entonces Dios no sabe lo que está haciendo.

No Seas Anatema

En casi todos los casos, el evangelio que has oído es el que Pablo advierte en Gálatas 1:9:

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.

La mayoría de las denominaciones religiosas no han oído el evangelio. Además, ellos no creen en el evangelio, ni tampoco predican el evangelio. Ellos predican su evangelio y no el evangelio de Jesucristo.

Muchas personas han dejado sus denominaciones religiosas―Bautistas, Metodistas, o cualquier otra denominación―y se han convertido en Bautistas carismáticos, Metodistas carismáticos, o estos o aquellos carismáticos. No ha habido arrepentimiento de obras muertas y no hay creencia en el evangelio.

¿Sabes por qué ha pasado esto? No queremos ofender a los Bautistas, Metodistas, o cualquier otra denominación. Sin embargo, estas denominaciones necesitan arrepentirse de sus tradiciones religiosas.

Yo le pregunté a un maestro muy conocido internacionalmente lo siguiente: "¿Tú crees que hay demonios religiosos?" Él dijo: "¡Oh sí! Pero no quiero decirle a nadie. Yo no quiero ofenderlos".

Él continuó: "Yo les diré a ellos en privado". Yo le pregunté, "¿Qué pasa si no consigues hablar con ellos en privado?"

¿Qué es lo que ha pasado aquí? El hombre tiene miedo. Eso es miedo―no fe. Fe no tiene miedo. Si tú tienes miedo, no tienes por qué estar predicando el evangelio.

Tú tienes que predicar el evangelio en fe. Al leer este libro, descubrirás, el evangelio verdadero―¡que Jesús murió, fue enterrado y resucitó de entre los muertos al tercer día!


CAPÍTULO 2

PREDICANDO EL EVANGELIO



En Marcos 1:14, Marcos escribe las siguientes palabras:

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.

Examinemos cuidadosamente el verso 14. La mayoría de nosotros, no ponemos atención a las palabras como se escriben. Este verso nos dice que Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Él no predicó el evangelio de Mateo, Marcos, Lucas, o Juan. Él predicó el evangelio del reino de Dios.

Revisemos la palabra "predicando". "Predicando" simplemente quiere decir publicar o proclamar. Jesús vino a proclamar el evangelio. La palabra "proclamar" quiere decir mostrar, declarar o divulgar algo.

Esto es importante porque lo que pensaste que era el evangelio no ha sido el evangelio. Han sido solamente palabras de los hombres. Dicho de otro modo, el evangelio no son las palabras que se hablan. El evangelio es el poder de Dios que se está demostrando.

Jesús vino publicando o proclamando, el evangelio del reino de Dios. El evangelio son buenas noticias o buenas novedades. Si la predicación no son buenas noticias, no es el evangelio. Si la predicación no es la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús, no es el evangelio. Y no son buenas noticias.


CAPÍTULO 3

LA MUERTE, EL ENTIERRO Y RESURRECCIÓN


Mientras crecía en la iglesia y hasta el día de hoy, muchos de nosotros hemos oído a los predicadores decir: "Ahora voy a predicar el evangelio". El hecho es que ellos no están predicando el evangelio en absoluto.

Yo estaba muy asombrado hace 17 o 18 años, cuando yo vi que el evangelio está definido en 1 Corintios 15:1-4, así como fe está definida en Hebreos 11:1.

Ve la definición del evangelio en 1 Corintios 15:1-4:

1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;

2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

3 Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;


Estos versos se oponen a lo que tú y yo hemos oído en la iglesia y encontramos que son difíciles de creer.

¿Qué es lo que Pablo en realidad dice, cuando él expresa: "Además os declaro, hermanos, el evangelio [la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo]"?

Te Declaro el Evangelio

Examinemos el verso 1:

Además te declaro, hermanos, el evangelio que te he predicado...

Pablo predicó el evangelio.

... el cual también recibiste,...

Pablo predicó y la gente lo recibió.

Notas que fue lo que pasó:

... en el cual también perseveráis;

Todo el mundo dice: "¡Ah gloria! Estamos perseverando en el evangelio". Lee el verso 2, pero:

Por lo cual también estas salvado, si...

¿Puedes creer qué la palabra "si" está asociada con "salvado"?

Continuemos leyendo en el verso 2:

... si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

¿Esto te suena a "una vez a salvo, siempre salvado"?

¿Qué fue lo que Pablo predicó a los Corintios? Él predicó el evangelio: la muerte, el entierro y la resurrección de Jesucristo. Él lo recibió primero, entonces él lo predicó. Ellos lo recibieron. Ellos perseveraron, si ellos retienen en memoria, o aferrarte a lo que ellos creen.

Aferrarte a lo Que Tú Crees

En los Estados Unidos, tú puedes preguntarle a la gente: "¿Has nacido de nuevo?" Ellos contestan: "Espero que sí". Tú preguntas: "¿Eres salvo?" Ellos contestan: "Eso creo. Espero que sí. Yo fui a una campaña en 1964 y pasé al enfrenté".

Bueno, mi amigo, no has sido salvado. O, si tú lo fuiste, ya no lo eres porque tú no te aferraste a lo que creíste cuando pasaste al frente. Eso es lo que 1 Corintios 15:2 dice.

Yo sé que esto escandaliza a los americanos religiosos. Pero el hombre que dice: "Espero que sí" o "Yo pensé que lo hice" no es salvo. Yo he conocido a muchos con "Espero que sí" o "Yo pensé que lo hice".

Yo sé que esto va a alterar algunas plumas religiosas. Sin embargo, tenemos que creer en la verdad. Si vamos a predicar el evangelio al mundo, debemos creer lo que la Biblia dice. Entonces, la gente puede ser salvada por medio del evangelio.

El Significado de la Salvación

Tú estás salvado. ¿Qué es lo que significa? La palabra "salvado" quiere decir ser hecho sano o establecerse en seguridad. Tú tienes que retener en memoria o aferrarte al evangelio que se predicó. Si te aferras a la verdad de la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo, ¡tú estás salvado! Es así de simple.

Yo he conocido cristianos que me han dicho: "Yo he estado bajo tal ataque que dudo que yo esté salvado". ¿Quieres saber por qué cuestionan su salvación? Ellos dudan porque no saben nada de la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo.

El Espíritu de Dios me habló y dijo: "Yo no encargué a mi gente en ir y predicar "se salvado". Yo dije a mi gente ve y predica el evangelio a toda criatura".

"Predicar el evangelio" es la comisión. Lelo por ti mismo en Marcos 16:15. La escritura no dice: "Ve y has que la gente sea salvada". Dice: "Predica el evangelio". ¿Por qué? Porque tú estás salvado(a) si te aferras al (evangelio).

Si te aferras a "ser salvo", tú probablemente no lo estás. Yo sé que esto va a sacudir muchas fundaciones falsas en el mundo. Sin embargo, 1 Corintios 15:2 es muy claro, que cualquiera puede leerlo y decir que tienes que aferrarte al evangelio que fue predicado. La muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo.

No Creas en Vano

Ahora, termina 1 Corintios 15:2:

... la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

Tú puedes creer en vano. Si tú no te aferras al evangelio, la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo, tú has creído en vano. Esto no es "una vez a salvo, siempre a salvo". Si tú no continúas creyendo, tú has creído en vano.

Pablo Recibió el Evangelio

Continuemos con 1 Corintios 15:3:

3 Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí,...

Primero Pablo recibió el evangelio. Tú no puedes enseñar el evangelio si no lo has recibido.

¿Qué es el evangelio? En los versos 3 y 4, da la definición de la escritura:

3 Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;


La definición simple del evangelio: la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo.

Trabajando la Salvación

Antes de que continuemos discutiendo la salvación, quiero decirte ahora que Satanás jugará juegos contigo sobre las palabras que leímos en 1 Corintios 15:1-4. No lo dejes. Te hará decir: "Bueno, ¿qué le habrá pasado a mi tatarabuelo?" No hay diferencia, porque tú no puedes salvarlo.

Dios dice en Filipenses 2:12 que debemos trabajar nuestra propia salvación. Deja a todos los demás en paz. Si quieres saber algo, pregúntale a Dios. No dejes que el demonio tome la verdad y te golpe en la cabeza con ella. Sólo Dios sabe quién es salvado y quien va a ir al cielo. Tú no puedes saber quién es salvado a menos que Dios te diga.

Aférrate al Evangelio

Vamos a examinar más a fondo "salvación". Efesios 1:13 nos dice que el bautismo en el Espíritu Santo es el sello de tu salvación. Tú no puedes ser bautizado en el Espíritu Santo sin primero haber creído en el evangelio.

Sin embargo, no pienses que es suficiente en creer en Jesucristo una vez. Si no te aferras a la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo, puedes perder la salvación que tenías.

El hecho está aquí, en a las escrituras. Yo simplemente te estoy diciendo lo que está en la Palabra. Lee 1 Corintios 15:1-4 minuciosamente por ti mismo.

Yo sé como la gente religiosa reaccionará. Ellos dirán: "Bueno, hermano, eso no es lo que dice". Sí, yo he oído sus historias y no quiero oírlas otra vez.

Cree y obedece 1 Corintios 15:1-4. Mantente firme en el evangelio del Señor Jesucristo y trabaja tu propia salvación con miedo y temblor.



CAPÍTULO 4

EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS


Mira en Marcos 1:14 otra vez:

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.

Nosotros sabemos, de acuerdo a la escritura, que el evangelio es la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesús. Ahora, vamos a ver el "Reino de Dios".

Jesús es nuestro ejemplo y Su evangelio fue el evangelio del reino de Dios. Él estaba predicando algo diferente que la mayoría de los ministros predican. Él estaba predicando Su muerte, entierro y resurrección.

¿Qué es el reino de Dios? El reino de Dios necesita ser examinado de acuerdo con la Palabra de Dios. Mira en 1 Corintios capítulo 4. Te mostraré algo que probablemente te sacudirá.

Los religiosos te han enseñado que el reino de Dios es en palabra, pero no es así. El reino de Dios es en poder. Este hecho es bíblico. Porque tú dices que crees cada palabra de la Biblia, tú no puedes negar que no crees en estas palabras. No solamente te mostraré estos versos, sino otros que van a desafiar tú fundamento religioso.

Dios está desafiando los reinos de las tinieblas del mundo. Él está enfrentando reinos religiosos, Bautistas, Metodistas, Católicos, los de Pentecostés, "los de la Palabra" y los otros reinos de otras denominaciones, creer lo que tú dices creer. El hecho es que tú sabes que no crees.

En 1 Corintios 4:18-20, Pablo dice:

18 Algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiera de ir a vosotros.

19 Pero iré pronto a visitaros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos,

20 pues el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.


La palabra "poder" proviene de la palabra Griega, dunamis. Dunamis quiere decir habilidad. El reino de Dios no está en la mayoría de nuestras predicaciones. No es con palabras persuasivas. No es ni en la enseñanza de la Palabra de Dios. Es en poder.

Además, si nuestra enseñanza y predicación no son asociadas con el poder, la letra de la Palabra está siendo predicada, no el Espíritu. La letra nos matará.

En 2 Corintios 3:6, Pablo dice de Dios:

6 el cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.

Esta escritura es verdad no importa quien la enseñe.

Jesús es nuestro ejemplo. ¿Estás de acuerdo? Si tú y yo estamos haciendo lo que Jesús hizo, estaremos predicando el evangelio del reino de Dios. Por los tanto, las señales seguirán nuestra predicaciones. Las señales ocurrirán porque simplemente publicaremos o proclamáremos el evangelio del reino de Dios con poder.

Si tú nunca predicaste nada en tus servicios de la iglesia del domingo excepto el evangelio, te haces a ti mismo y a las personas a quienes les estás predicando un grande favor. Recuerda, el evangelio es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó de entre los muertos al tercer día. Él ascendió al Cielo y está sentado a la derecha del Padre intercediendo por ti y por mí. Eso mi amigo, ¡es poder!


CAPÍTULO 5

EL EVANGELIO CON AUTORIDAD



Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino. El evangelio del reino es con poder. Quiero que veas que el evangelio del reino de Dios es enseñado con autoridad.

Marcos 1:22 dice:

22 Y se admiraban de su doctrina [Su enseñanza], porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

La palabra " autoridad" significa privilegio. "Él les enseñó como quien tiene [privilegio]".

¿Sobre qué era lo que Jesús tenía autoridad? Bueno, alabado sea Dios, me da gusto que preguntaste. Vamos a Lucas 4:32-36. Estas escrituras dan la misma historia que se da en Marcos 1:22, pero con más detalle.

Lucas 4:32 dice:

32 y se admiraban de su doctrina, porque su palabra tenía autoridad.

La palabra "poder" aquí quiere decir autoridad o privilegio.

Lucas 4:33-34 continúa:

33 Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio impuro, el cual exclamó a gran voz

34 diciendo:—¡Déjanos! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios.


Ese espíritu sabía quien era Jesús.

En el verso 35, nosotros vemos:

35 Jesús lo reprendió, diciendo:—¡Cállate y sal de él! Entonces el demonio, derribándolo en medio de ellos, salió de él sin hacerle daño alguno.

Jesús ordenó al demonio que se callara y saliera del hombre. El demonio derribándolo en medio de la gente, salió de él sin hacerle daño alguno.

Ahora, ve en el verso 36. Quiero que veas esto:

36 Todos estaban maravillados, y se decían unos a otros:
—¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y poder manda a los espíritus impuros, y salen?


¡Jesús tenía la autoridad y el poder! En el verso 36, la palabra "autoridad" es de la palabra Griega, exousia o privilegio. La palabra "poder" aquí es dunamis. Con autoridad [privilegio] y con poder [habilidad], Él ordenó a los espíritus impuros y ellos salieron. ¿Tú puedes hacer eso? ¿Tu ministerio es un ejemplo de esto o simplemente predicas, "he hecho mi parte, ahora depende de Jesús?"

Déjame decirte esto. He escuchado a los predicadores de los Estados Unidos de América decir: "Ahora que he puesto las manos en las personas, depende de Dios. Yo he predicado la palabra. Ahora depende de Dios".

Eso es incorrecto. Tú tienes que obedecer a Dios. Tienes que ser dirigido por el Espíritu. Tienes que predicar el evangelio del reino de Dios. Tú tienes que publicar las buenas noticias, las noticias alegres, el evangelio. El evangelio es la muerte, entierro y resurrección del Señor Jesús. El evangelio es autoridad y poder.

Una última palabra: si tú predicas otro evangelio, no habrá cambios en las vidas de las personas a quienes les estás predicando y tú serás anatema. Mira en Gálatas 1:8 y 9:

8 Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea anatema.


¡Estas escrituras deberían ser suficientes para hacer creer en Dios a cualquiera! Si tú crees en Dios, tú vas a obedecer a Dios y predicarás el evangelio. El evangelio será predicado con autoridad y con poder.



CAPÍTULO 6

EL EVANGELIO CON PODER



En este capítulo, vamos a echar un vistazo más cercano al poder de Dios que siempre está asociado con el evangelio del reino. Mira en 1 Corintios 4:18-20. Pablo dice, en el verso 18:

18 Algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiera de ir a vosotros.

¿Te importaría adivinar qué quiere decir "envanecidos"? ¿La palabra "envanecer" podría significar "orgullo"?

Los versos 19 y 20 dicen:

19 Pero iré pronto a visitaros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos,

20 pues el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.


Pablo dijo que cuando fuera, él no conocería a los predicadores que solamente enseñan la palabra. Ellos están envanecidos. Por el contrario, él sabría quienes demostraran el poder de Dios.

El reino de Dios no es en palabra, es con poder. Cuando Dios me enseñó estos tres versos hace como 14 años, yo pude claramente separar esos ministerios quienes estaban "envanecidos" de los ministerios quienes demuestran el poder de Dios.

Marcos 1:14 dice:

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.

Mira en este verso en conjunto con 1 Corintias 4:18-20. Jesús vino a Galilea publicando el evangelio, Su muerte, entierro y resurrección. ¿Qué es lo que publicó? Él publicó el poder de Dios. De acuerdo a 1 Corintios 4:18-20, cualquier ministerio que no demuestra el poder de Dios está "envanecido".

En los Estados Unidos, hay predicadores que se levantan día tras día y tratan de justificarse, porque no oran por los enfermos y porque no demuestran el poder. Ellos dicen: "Dios me ha llamado como a un maestro". Yo conozco a estos ministros por nombre, pero no quiero avergonzarlos. Los quiero suficientemente para mostrar 1 Corintios 4:18-20.

Además, yo oro para que Dios los dirija al arrepentimiento. Si tú piensas que Dios te llamó para enseñar la Palabra de Dios sin poder, tú estás sumamente engañado. Satanás te ha engañado.

Cuando Dios empezó a guiarme para demostrar Su poder, yo no quería. Yo no quería asociarme con gente que echa fuera demonios, sana los enfermos y habla en lenguas. No me molestaba ir a la iglesia con la gente que habla en lenguas, siempre y cuando ellos no supieran que yo no. Sin embargo, Dios me habló lo siguiente: "si tú me amas, tú guardarás mis palabras".

En dos ocasiones, oí a un hombre, quien es considerado uno de los líderes evangelistas en los Estados Unidos de América hacer las siguientes declaraciones públicas: "No soy un principiante. Puedo contar con 5 dedos todos los milagros que Dios ha hecho en este ministerio en todos mis años".

Él también dijo: " Dios no hace crecer las piernas; Dios no llena de dientes y Dios no hace otros milagros que oigo describir".

La gente acude en masas para oír a este predicador. Tú puedes determinar por ti mismo si él está obedeciendo a Dios o no. Tengo suficiente valor para decirte que una persona que no está demostrando el poder de Dios, simplemente no sigue al Espíritu de Dios. Yo no estoy preocupado si me llamas crítico o juzgo. (Si eso es lo que crees, te digo que estás engañado. Eso es lo que Jesús te dice también).

Jesús vino a publicar el evangelio, la muerte, el entierro y la resurrección del reino de Dios, con poder. El reino de Dios no es en palabra, es con poder. En los Estados Unidos, los predicadores dicen: "Bueno, mis palabras tienen poder. Yo prediqué la Palabra y ahora tengo que irme. Dios demostrará Su poder mientras me voy". Eso pasa todo el tiempo.

¿Sabes algo? Dios demostrará Su poder. Gracias a Dios, Él lo hará. Si tienes una gota de fe y puedes creer cualquier Palabra, Dios demostrará Su poder por ti.

Yo crecí escuchando y viendo estos ministerios. He aceptado todo, lo que quise recibir de Dios. Yo no recibí mi bendición por medio de estos de la imposición de manos en mí de parte de los predicadores. Yo simplemente tomé la Palabra y empecé a creerla. Esa es la única razón por la que algunos de nosotros hemos surgido del movimiento Carismático con poca fe y poco poder.

Ahora Dios está diciendo: "Yo quiero que le muestres a esta gente, que lucha fue llegar hasta donde estás. Quiero que los ames. No quiero que los olvides. No quiero que vengas a ser tan pretencioso que te olvides de tus raíces".

Si cada Cristiano recordara de sus pequeños inicios, Él continuaría haciendo a la gente Cristianos. Cada uno quiere ser más grande que el otro. Eso es todo lo que pensamos. Cuando tenemos grandes multitudes, pensamos que Dios nos está aprobando nuestro ministerio.

¿Cómo Dios aprobó el ministerio de Jesús? El Apóstol Pedro nos los dice en Hechos 2:22:

22 »Israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis

Jesús fue aprobado por Dios a través de las maravillas, prodigios y señales. Mira de cerca lo que está pasando en la iglesia a la que asistes. ¿El evangelio es predicado? ¿Hay algún poder demostrado? I Juan 4:1 dice probar los espíritus si son de Dios.

Lee Marcos 16:17 y 18. Las señales descritas en estos versos siguen la predicación del evangelio. El poder de Dios será demostrado. Si el poder de Dios no está ocurriendo en tu iglesia, pregunta a Dios qué quiere Él que tú hagas. Tú eres su oveja y oirás Su voz.



CAPÍTULO 7

EL EVANGELIO CON AUTORIDAD Y PODER


En capítulos anteriores, hemos visto que Jesús predicó la Palabra, el evangelio con autoridad y poder. Él mandó a los espíritus inmundos que salieran y ellos salieron. Ahora, quiero que veas Mateo 28:18:

18 Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad [autoridad o privilegio] me es dada en el cielo y en la tierra.

La autoridad de Dios te debe ser dada, a ti antes de que pongas tú Biblia en la maleta y te vayas a predicar a todas las naciones.

Además, Jesús dijo en Lucas 24:49 que tú no puedes predicar " hasta que seáis investidos de poder [habilidad] desde lo alto". Cuando tú estás investido de poder, tienes la habilidad del Espíritu Santo.

Sólo La Autoridad No Es Suficiente

Tú debes de tener las dos, autoridad y habilidad con tu predicación. Si tú tienes autoridad solamente, el demonio se burlará de ti. Él te dirá: "Esta es mi casa".

Al principio, yo tenía solamente autoridad. Sin embargo, Dios me estaba dirigiendo en Su habilidad, de igual manera me enseñaba Sus caminos. Antes que el poder de Dios (Su habilidad), fue demostrada en mi vida, yo no sabía cómo manejar los demonios. Ordenaba a un demonio que saliera y me decía: "Esta es mi casa. No voy a salir de aquí".

Simplemente estaba ahí con la mirada fija. Yo no sabía que más hacer. Yo dije: "Dios, ¿Qué vas hacer con estos demonios?"

Una noche pasé seis horas tratando de sacar los demonios de una mujer. No creo que los eché fuera. Yo simplemente los alboroté, como a un montón de abejas. ¡Ellos también picaban!

Yo estaba tan cansado que me fui a la cama. Y pensé: "Esto es perder el tiempo. Yo no puedo echar fuera a los demonios". Pero, Gloria a Dios, Él nos enseñará la manera cuando nosotros caminemos con Él.

El Poder del Espíritu Santo

Nosotros debemos de tener autoridad y poder para predicar el evangelio. ¿De dónde proviene el poder? El poder viene del Espíritu Santo. Mira en Hechos 1:8:

8 pero recibiréis poder [habilidad] cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.

Tú recibes poder, la habilidad de Dios, después de que el Espíritu Santo venga a ti, después de que tú seas bautizado en el Espíritu Santo.

Tú debes saber que tú tienes autoridad sobre el demonio si quieres echarlo fuera. Tú también debes de tener la habilidad del Espíritu Santo operando en ti para echar fuera al demonio. Es el Espíritu Santo quien echa fuera al demonio. No eres tú ni yo.

Es muy agradable cuando aprendes a caminar en el Espíritu y dejas que Él te guie.

Tú sabes que tienes autoridad y tú caminas en ese privilegio. Entonces el Espíritu de Dios se levantará dentro de ti y tú te sentirás como un gigante de fe. No estoy bromeando. Te sentirás como 170 libras (77 kg) de fe. (Eso es lo que yo peso).

Sólo esperas que haya un demonio enfrente de ti. El poder de Dios está buscando demonios. Cuando Él ve a un demonio en una persona, el demonio gritará y tirará a la persona. Entonces el demonio saldrá. Después que la unción y la habilidad te dejan, tú simplemente pesas 170 libras (77 kg).

Al leer Hechos 1:8, yo pensé: "¡Esto debió haber sido una locura!" Entonces, la primera vez que yo experimenté el poder del Espíritu Santo en la iglesia, no sabía qué hacer. Yo pensé que era increíble. Me preguntaba si iba a ser consumido.

Caminé alrededor de la iglesia y cuando me acerqué como a cuatro o cinco pies (uno y medio metros) de alguien con un demonio, el demonio salía gritando y rugiendo. Eso es el amor de Dios. Eso es el evangelio del reino de Dios.

¿Qué se está haciendo en la iglesia? Los predicadores dicen: "Yo quiero que vengan al frente y se formen. ¡Fórmense aquí! Voy a poner mis manos en todos ustedes. En el nombre de Jesús, mandaré al demonio que se vaya y él se irá. Ahora tú serás libre". Y nada pasa. Ningún poder es demostrado.

Bien, eso es lo que ellos hacen. Los predicadores se van y el demonio se queda. No podía entender eso. Yo pensé: "¿Qué es esto?” Todos aquellos que han sido testigos de esto, saben de lo que estoy hablando.

La gente ha venido a mí y dice: "Yo he tenido a todos estos predicadores que han orado por mí. Ahora voy a darte una oportunidad a ti". Ellos empezaron con Hagin, Schambach y todos los ministerios grandes. Yo les pregunté: "Bueno, ¿Qué es lo que estás haciendo aquí conmigo?"

Cuando el Espíritu Santo echa fuera a un demonio de la persona, enfrente de tus ojos, tú encontrarás que no hay diferencia quienes han orado por ellos. Lo que importa es que el Espíritu de Dios está operando a través de ti. No estoy interesado en que línea de oración has estado.
Si Dios te envía a mí para orar por ti, tú vas a ser liberado. Si tú vienes simplemente porque has oído que echo fuera demonios, yo no voy a orar por ti. Ya he parado eso.

Dios me dijo: "Tú no oras por la gente a menos que yo te diga que ores. Tú no pongas las manos en la gente a menos que yo te diga que pongas las manos". Yo no conozco a nadie en el país que fuera tan cauteloso como yo.

Una vez estuve escuchando a Norvel Hayes. Él dijo que Kathryn Kuhlman protegía sus dones mejor que nadie, que él haya visto. Él dijo que no podías hacer a esa mujer orar por ti si ella no quería orar.

Yo dije: "¡Gracias a Dios! Ese es el Espíritu de Dios en mí, diciéndome que no ponga las manos en cualquiera". Alabo a Dios por lo que Norvel Hayes dijo acerca de Kathryn Kuhlman protegiendo sus dones.

Yo la observe una vez que estuve en sus servicios. Ella escogía sólo a ciertos individuos para orar. En los Estados Unidos, los predicadores dicen: "¡Quiero que llenen toda esta pared! Vengan aquí, vamos a poner aceite y las manos en todos ustedes".

Si Dios te dijo que pusieras las manos en cada uno, está bien. Si tú lo haces solamente por agradar a la gente, entonces no está bien.

Cuando el Espíritu de Dios está operando en ti, te puedes sentar, parar o hacer cualquier otra cosa que quieras y miras el Poder de Dios manifestarse. Es muy divertido. Es muy fácil observar a Dios sanar a la gente.

Estaba orando por un hombre una noche. Él tenía dos vértebras que estaban dañadas y deterioradas. Los doctores querían fundirlas con cirugía. Yo me senté en una silla. Yo le dije al hombre: "Siéntate en esta silla. Yo quiero orar por ti".

Empecé a orar y de repente el Espíritu de Dios le pegó en medio y lo sacudió. Él dijo: "Ah, algo tronó dentro de mí, algo de en medio de mí se movió a un lado".

Yo dije: "Párate y dóblate". Él se paró, dobló y no sintió dolor. Dios reparó dos vértebras en él, cuando estaba sentado en la silla.

Solamente eso me ha pasado algunas veces. Eso fue lo más divertido que he visto. Dios simplemente movió su espalda y la puso en la posición correcta. Dios es el mejor quiropráctico que puedas conocer. Bueno, ¡Él es! Él puede hacer cualquier cosa. ¡Cualquier cosa!

He visto a Dios tomar a la gente y girarlos en diferentes direcciones. Una noche en nuestra misión, yo vi que Él tomó a una mujer y giró su brazo hacia atrás y hacia enfrente hasta que su brazo estaba extendido. Yo pensé: "Dios, vas a dañar el brazo de esta mujer. Ese brazo girará hasta cierto punto de distancia".

Y yo dije: "Doyle, es mejor que dejes en paz a Dios. Él sabe cómo tratar los brazos de la gente". Lo que Dios hizo fue increíble. El brazo de la mujer fue completamente sanado.

Recuerda, tú tienes la autoridad, el privilegio, en predicar el evangelio. Pero, debes ser sabio. No vayas a cualquier lado a predicar el evangelio hasta que tengas el poder del Espíritu Santo en ti.



CAPÍTULO 8

ARREPIÉNTASE



Después de que el evangelio del reino de Dios es predicado, tienes que arrepentirte. Abre tu Biblia en Marcos 1:14-15:

14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.

15 Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!»


En verso 14, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. En verso 15, Jesús predicó arrepentimiento y que creyeran. ¿Enseñas esto cuando predicas?

Marcos dijo que Jesús vino proclamando el evangelio del reino y diciendo que el reino de Dios estaba cerca. Jesús también dijo: "Arrepiéntete y cree en el evangelio". Él no dijo: "Arrepiéntete pecador". Él no dijo: "Arrepiéntete o vas al infierno". Él dijo: "Arrepiéntete y cree el evangelio".

Cambia Tu Voluntad

¿Qué es entonces arrepentirse? Arrepentirse es pensar diferente. Quiere decir tener otro pensamiento o reconsiderar la voluntad Arrepentirse es hacer la voluntad de Dios. ¿Cuál es la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es que tú creas el evangelio. Es muy sencillo.

Jesús vino a Galilea diciendo: "Arrepentíos y creed en el evangelio" Él no dijo: "Arrepiéntete y únete a nuestra iglesia". Él no dijo: "Arrepiéntete y camina al pasillo de esta cruzada, con lágrimas corriendo en tus mejillas, haciendo una declaración de Cristo".

Él dijo: "Arrepentíos y creed en el evangelio" ¿Qué es el evangelio? Tú ya debes saber para entonces. El evangelio es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó en el tercer día.

Confesar Tus Pecados No Es Suficiente

Romanos 10:9 nos dice cual es el plan de Dios para la salvación:

9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

¿Sabías que la Biblia no dice que tienes que recitar "la oración de pecadores" para ser salvo?

Tú puedes confesar tus pecados y nunca ser salvo. ¿Sabías que tú puedes confesar tus pecados a tu esposa o tu esposo o tu pastor y nunca ser salvo? ¿Sabes por qué? La razón es porque nunca confesaste a Jesús como Señor y creíste que Él fue resucitado de entre los muertos.

Mira a este ejemplo. Supongamos que estuvieras en prisión y vas a morir en la silla eléctrica o por la inyección letal. Tú confiesas cada pecado que hayas cometido. Pero tú no creíste que Jesucristo fue resucitado de entre los muertos. Y tú no confesaste que Él es el Señor de tu vida. Tú morirás como pecador e irás al infierno. ¿Sabías esto?

Arrepiéntete y Entonces Cree

No es suficiente confesar tus pecados. Tienes que creer que Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día. Cuando Él murió, Él fue al infierno por ti y por mí, para que no tengamos que ir.

También Él ascendió a la diestra del Padre. Él está sentado ahí, hoy intercediendo por ti y por mí. ¡Tú debes de creer eso!

Tú debes que creer que Jesús fue resucitado de entre los muertos. Tú no puedes creer en Mahoma. Él no fue resucitado de entre los muertos. No puedes creer en otros profetas. Ellos no han sido resucitados de entre los muertos.

Jesús ha sido resucitado de entre los muertos. Él es el único que murió, que todavía está vivo hoy, ¡gloria a Dios! Él está sentado a la diestra del Padre.

Jesucristo es El Señor

Además de creer que Jesús fue resucitado de entre los muertos, tú tienes que confesarlo como Señor de tu vida para ser salvado o ser librado. ¿Sabes que nos han enseñado? Nos han enseñado que le preguntemos a Él que venga a nuestras vidas y que sea nuestro Salvador. Eso no es bíblico. Jesús quiere ser nuestro Salvador. De igual manera Él también quiere ser Señor de tú vida.

Tú y yo hemos sido engañados. Nosotros hemos sido confundidos por las enseñanzas religiosas, predicadores religiosos, espíritus de denominaciones, brujería, adulación y adivinación. No nos han dicho la verdad. Nos han enseñado la verdad parcial. Nos han enseñado decepción.

En Oseas 10:13 dice: comeréis fruto de mentira. Nosotros hemos creído esas mentiras y hemos estado perdidos. Sin embargo, Romanos 10:13 nos dice: ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. ¿Crees esto?

Tú puedes decir: " Yo nací en la iglesia". ¿Qué tiene que ver eso con la salvación? ¿Alguna vez has creído que Jesús es tu Señor y que Él fue resucitado de entre los muertos? ¿Se lo has dicho a Él?

Tú podrías decir: "Bueno, yo he estado en cruzadas, hice decisiones y dediqué mi vida a Cristo". ¿Qué quiere decir eso? Tú no puedes dedicar tu vida a Cristo a menos que primeramente hayas creído que Él fue resucitado de entre los muertos y confesarás que Él es el Señor.

Si tú no crees que Jesús fue resucitado de entre los muertos y que Él es Señor, tú no puedes hacer una dedicación. Por lo tanto, otra vez tu dedicación, reincorporación y consiguiendo tu nombre en la banca de la iglesia no quiere decir nada. Esas son acciones inútiles.

Si tú no crees que Jesús murió, resucitó y si tú no confiesas que Él es Señor, no puedes ser salvado. ¿Puedes ver eso? Jesús dijo: "Arrepiéntete y cree en el evangelio". Cambia tu voluntad y has la voluntad de Dios. Cree que Jesús murió, fue enterrado y resucitó.



CAPÍTULO 9

ARREPIÉNTETE Y CREE EN EL EVANGELIO



Después del arrepentimiento, tú tienes que hacer algo. Tienes que creer el evangelio. Creyendo y sometiendo tu vida en el evangelio, tú dejas que Jesús ejercite Su señoría en tú vida. Si tú quieres que Jesús sea tú Señor, tienes que creer el evangelio.

Romanos 10:9 dice que tú tienes que creer que Jesús fue resucitado de entre los muertos y confesar que él es el Señor. Entonces Él será tu Señor. Si tú no crees que Él fue resucitado de entre los muertos, Él no será el Señor. Si Él no es tu Señor, tú no eres salvo. Es tan sencillo.

Cree en la Biblia. No creas en los predicadores, ni en mí creas. Busca por ti mismo. Busca en las escrituras y encuentra si lo que estoy enseñando es verdad.

Todavía mejor, ve por tu Biblia y ábrela hoy en Romanos 10:8-10. Velo por ti mismo que estas palabras son la verdad. Le 1 Corintios 15:1-4 y Marcos 1:14-15 y ve que son la verdad.

1 Corintios 15:2 dice que si no creemos que Jesús fue resucitado de entre los muertos, nuestra creencia es vana o nula. Si tú quieres que Cristo sea el Señor de tú vida, tendrás que confesarle a Él.

Tú tendrás que creer que Jesús fue resucitado de entre los muertos, confesarle como Señor. Entonces Él vendrá a ser el Señor de tu vida. Haciendo esto, tú estarás sometiendo tú vida a Él.

La gente dice: "Jesús es mi Señor". Entonces yo les pregunto: "¿Crees en el evangelio?"

"¡Ah, sí!"

"¿Crees en la muerte, el entierro y la resurrección?"

"¡Ah, sí!"

"¿Tú crees que es el poder de Dios?"

"Yo no sé".

"¿Tienes algo del poder en tú vida?"

"No, pero yo creo que Jesús es mi Señor".

He caminado en medio de multitudes como esta. Ellos no sabrían de Jesús aún si Él llegara en un burro. Ellos solo han oído acerca de Él. No los estoy despreciando. Yo solamente estoy tratando de decirte que ellos no conocen a Jesús el hombre.

Él es un hombre, ¿Lo sabes? Anteriormente me habría sorprendido decir: "el hombre". La gente religiosa dice: "Ah, no seas irrespetuoso. Él es el Hijo de Dios".

Bueno, Él era un Judío, Él era un carpintero. Él era hijo de María. Él era indistinguible del resto de la gente, hasta que Él recibió el Espíritu Santo y pasó 40 días en el desierto, ayunando y hablando la Palabra de Dios al diablo.

Él venció al diablo y regresó a Galilea en la habilidad del Espíritu Santo. Jesús llamó a sus discípulos y ellos fueron a Capernaúm. Ahí, en el día de reposo, Él enseñó en la sinagoga. La gente estaba sorprendida cuando los demonios gritaban saliendo del hombre.

¡Ese es el verdadero Jesús! Eso hizo en aquel tiempo y Él está haciendo lo mismo el día de hoy. Estamos viviendo en un tiempo emocionante.

Jesús dijo: "Arrepiéntete y cree en el evangelio", la muerte, el entierro y la resurrección. Si tú no crees en cualquier otra cosa, cree en el evangelio. Eso es todo lo que es necesario.

Tú necesitas saber cómo yo empecé a caminar con Dios. Yo pensé que mucho conocimiento me iba a dar mucho poder. Yo leí cada libro que puede. Leí los libros de predicadores y escuché sus casetes. Yo tenía un casete en mi carro. Yo tenía Biblias en mi carro. Yo tenía los casetes del Viejo y el Nuevo Testamento en mi carro. Estaba leyendo los libros de todos, escuchando los casetes y muriendo cada día.

Dios dijo que el poder de Dios es en el evangelio. Yo pensé que eso era muy simple. ¿Cómo puede ser eso? El poder de Dios está en el hecho de que Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día. Jesús me dijo: "¡Doyle, arrepiéntete y cree en el evangelio!"

Entre más camino con Dios, mi camino regresa a la verdad básica. No olvides en creer que Jesús murió, fue enterrado y resucitó. Eso es el poder de Dios para salvación de la gente que cree en la verdad. Eso es de lo que se trata este libro. Te está enseñando Cristianismo, la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús.

¿Sabías que muchos Cristianos todavía tienen a Jesús en el pesebre? Ellos continúan percibiéndolo como un bebé. Otros tanto lo tiene todavía en la cruz. Sólo algunas personas saben del verdadero Jesús (Jesús el resucitado). Ellos saben del Jesús histórico, pero ellos no saben que Cristo resucitó de entre los muertos.

Yo he dicho esta historia muchas veces en la iglesia y en la escuela Bíblica. Está viniendo en mi espíritu ahora:

Un día estaba parado afuera en mi jardín y estaba pensando acerca de cómo fui criado en la iglesia. Mi padre y madre han sido Cristianos más de 60 años. Yo sabía acerca de David a través de la Biblia. Sabía de Abraham. Y había oído acerca de Elías. Parecían hombres. Ellos parecían hombres bastante fantásticos, pero eran hombres.

Sin embargo, Jesús era como un extraterrestre que era inaccesible. Él era como años luz de distancia de mí. Yo pensé que sería bonito si pudiera conocer a ese hombre.

Yo dije a Dios: "Yo quería saber porque David era como un hombre, Abraham y Pablo eran hombres. Tu Palabra dice que tu hijo era un hombre. ¿Por qué Él es inaccesible? Dios me dijo: "La gente en la iglesia a la que asistías no tenían la revelación de mi Hijo".

Nosotros conocimos a todos los hombres de la Biblia según la carne. Tú no puedes conocer a Jesús según la carne. 2 Corintios 5:16 dice: "De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así".

Nosotros una vez conocimos a Jesús según la carne. Sin embargo, Él murió y resucitó al tercer día. Ahora nosotros lo conocemos como el Cristo resucitado. ¡Él está vivo para Dios! Si tú conoces al verdadero Jesús, Jesús el resucitado, Él hará cualquier cosa en ti y en mí.

Este es el Cristo que quiero conocer. Este es Jesús de Nazaret que quiero entender. Él es el primero que resucitó, no él que está en la cruz y todavía está ahí sufriendo.

Yo no quiero oír acerca de Jesús el religioso. Yo no tengo tiempo de poner a Jesús en el pesebre en el tiempo de Navidad. Lo siento, por destrozar tus doctrinas, pero no pierdo el tiempo. Él no está en el pesebre. Ese no es el evangelio.

Gracias a Dios que Él te está revelando el verdadero evangelio, la muerte, el entierro y resurrección del Señor Jesús. ¡Arrepiéntete de todas la mentiras que hayas creído acerca del evangelio y cree en la verdad!


CAPÍTULO 10

LA IMPORTANCIA DE OÍR EL EVANGELIO



Tú probablemente te empezaste a preguntar sobre lo que estoy escribiendo. Yo estoy contento de ser libre de mis caminos religiosos. Estoy feliz de poder hablar del modo que quiero hablar.

Tengo que transmitirte estas palabras para ayudarte a obtener una revelación de ellas. No me preocupo ya, si alguien piensa que yo soy conformista a la imagen de las tradiciones religiosas de un predicador. Yo solo quiero complacer a Jesús.

Tú tienes que oír el evangelio y creerlo. Mira otra vez en Romanos 10:13, que dice:

"Ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo".

Nota las palabras "todo aquel" Estas palabras quieren decir: cualquiera, incluyendo a ti y a mí.

Romanos 10:14 dice: 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¡Tú no puedes llamarle a menos que creas! ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? Tú no puedes creer si tú no has oído. ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? Alguien tiene que predicar el evangelio a ti y a mí.

En Gálatas 3:8 nos dice que Dios predicó el evangelio a Abraham diciendo: "En ti serán benditas todas las naciones". Eso es el evangelio y Dios predicó esas palabras a Abraham. Esto lo veremos en otro libro.

Vas a tener mucho evangelio dentro de ti después de que hayas leído este libro que vas a querer otro exactamente como este. Tú tienes que tener la revelación del evangelio del Señor Jesucristo. Te tiene que ser predicado.

Romanos 10:15 dice:

15 ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»

¿Cómo oirás a menos que alguien te predique la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo? No puedes.

El evangelio que oí cuando era un joven no era el evangelio del Señor Jesucristo.

Los predicadores dicen: "Vamos a leer el evangelio". Ellos leen el evangelio de acuerdo a Mateo. Cuando ellos llegaron a la sanidad, lo brincaron. Cuando ellos llegaron a sacar demonios, ellos no podían ver eso. ¡Ellos están tan segados que ni siquiera saben que está en la Biblia!

Juan 3:16 es un verso en la Biblia que he oído, probablemente miles de veces. De hecho estaba en un letrero como a una milla (1.6 km) de mi casa. Cada vez que iba al centro, lo veía. Debajo del letrero, alguien tuvo la desfachatez de escribir: "Si tú no crees esto, te vas a ir al infierno".

Jesús no dijo eso, Él dijo que si tú crees Juan 3:16, tú tendrás vida eterna, Jesús dijo que predicáramos el evangelio. Él no dijo que escribiéramos mensajes en carteles diciendo que la gente va a ir al infierno.

Juan 3:16 está en la Biblia y es el evangelio. Sin embargo, no tenía ningún concepto de lo que significa. Juan 3:16 no te hará ningún bien a menos que sea revelado a ti. El evangelio es el poder de Dios para salvación de aquel que crea.

Continuemos viendo en Romanos 10:14 y 15. ¿Cómo puede la gente oír, a menos que alguien les predique? Ellos no pueden. ¿Cómo pueden ellos predicar, a menos que ellos sean enviados? Ellos no pueden. ¿Quién los envían? ¿Denominaciones? ¡No! ¿La iglesia? ¡No! ¡Dios tiene que enviarte! Si Él no te envía, tú no eres enviado.

Yo estaba visitando a un hombre una vez. Él dijo: "Me gustaría tener un título de doctorado de un seminario reconocido para que la gente me acepte". ¡Él en verdad dijo eso! Tú te sorprenderás al descubrir como la religión a distorsionado el ministerio.

Ese hombre descubrió que él no puede ser aceptado a menos que tenga un título de doctorado de un seminario. Eso es verdad a menos que Dios te envíe. Si Dios te envía, Él te enviará a predicar el evangelio del reino. La gente te recibirá aunque solamente seas un ex-veterinario.

Hoy en América, casi todos los ministros han sido exaltados por una y más denominaciones. Los ministros en el movimiento de la "Palabra" no han renunciado a sus doctrinas de las denominaciones. Jesús nos dice en Marcos 7:6-13 que enseñar los mandamientos o tradiciones del hombre hacen la Palabra de Dios invalida. No estoy poniendo abajo a estos ministros. Ellos como todos nosotros, necesitan arrepentirse de las doctrinas de sus denominaciones.

Dios me habló cuando yo ejercía la veterinaria y era un Laico Metodista en McKinney, Texas en una pequeña ciudad al Norte de Texas. Él dijo: "Ve a Plano, Texas y habla a la gente de Plano". Yo dije: " ¿Ir a Plano y hablarles de qué? " Él dijo: "Ve en Hechos 11 cuando Pablo fue a Antioquia y tú vas a entender".

Yo fui al capítulo y Dios me habló. Él dijo: "Lo que tomó lugar en Antioquía, tomará lugar en Plano". Eso es exactamente lo que ha pasado.

Yo no conocía a ningún Cristiano en Plano, Texas. Nadie me estaba buscando. Sin embargo, en un plazo de seis semanas, la gente empezó a venir. Ellos habían hablado con gente en todos los Estados Unidos de América, tratando de encontrar a alguien que estableciera una iglesia.

Este grupo de personas en Plano había tenido dos pastores en dos años. Ellos eran un grupo herido de Cristianos. Una iglesia empezaba y caía. Otra iglesia empezaba y otra vez caía. Algunas de estas personas vinieron y me dijeron: "¿Podrías ministrar en nuestra iglesia?"

Yo dije: "No, yo ya tengo mi ministerio. Vendré a Plano con el ministerio que tengo. Si quieren unirse, ustedes pueden". Ellos dijeron: "Vamos por cualquier cosa. Hemos pasado por suficientes divisiones". Así fue como este ministerio empezó.

Dios me dijo seis semanas antes de esto: “Ve y habla a las personas de Plano”. Yo dije: “Las personas de Plano ni siquiera me conocen. No me están buscando”.
Sin embargo, ahí estaban. Ellos están diciendo: “¿Dónde está el hombre de Dios que vendrá aquí y nos hablará la Palabra?”

Un hombre dijo: "Después de que te oí, ya no quería oírte más. Después de que oí lo que tú dijiste, no me gustaron tus enseñanzas". Él le había pedido a Dios que mandara a un hombre de Dios, pero realmente él no quería oír la palabra de Dios. Sin embargo, él oyó la Palabra. Él todavía está en esta iglesia. Es por la gracia de Dios que cualquiera de nosotros estemos aquí.

Romanos 10:15 declara: "¿Cómo ellos predicarán, excepto ellos sean enviados? Ellos no pueden. A menos que Jesús te envié, sino quédate en casa. Si tú no crees que Él fue resucitado de entre los muertos, Él no te enviará. Él no te está hablando. Es otro espíritu.

Finalmente, lee la última parte de Romanos 10:15:

…Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»

Cuando el predicador es mandado, sus pies anunciarán la paz del evangelio. Él traerá las buenas noticias del evangelio a ti. Entonces tú oirás y verás el evangelio del reino de Dios, la muerte, el entierro y la resurrección de Jesucristo.



CAPÍTULO 11

LA IMPORTANCIA DE LA FE QUE VINE POR EL OÍR EL EVANGELIO



La fe es una necesidad para creer u obedecer la Palabra de Dios. ¿Cómo obtengo fe?

La fe viene por creer en el evangelio. Romanos 10:17 dice que la fe viene por el oír y el oír viene de la Palabra de Dios. Si tú quieres oír y creer la Palabra de Dios, tú tienes que oír el evangelio.

Mira en Romanos 10:16:

16 Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?

La Palabra de Dios que tienes que oír es el evangelio. Sin embargo, no todos creen el evangelio. Quiero que veas que obedecer el evangelio y creer el evangelio son lo mismo.

La fe viene por creer el evangelio. La fe no viene por tener una confesión positiva de la Palabra de Dios. El hecho de que te confieses a ti mismo ser justo, perdonado o prospero no hace que tu confesión se manifieste.

Si tú crees que Jesús murió, fue enterrado y resucitó el tercer día, tú crees en el evangelio. Si Jesús es Señor de tú vida, tú vas a servirlo con tu espíritu en el evangelio. Si tú crees el evangelio, tú vas a obedecer el evangelio.

Si tú no obedeces el evangelio, no crees en el. Déjame recalcar que si tú obedeces el evangelio, ¡tú crees que Jesús murió, fue enterrado y resucitó el tercer día!

¿Tú sabes lo que dice Pablo en Filipenses 3:5 y 6? Él dice que, él en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto a la justicia que se basa en la Ley, el era irreprochable.

Entonces él dice en versos 8-10:

8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo

9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la Ley, sino la que se adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios y se basa en la fe.

10 Quiero conocerlo a él y el poder de su resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante a él en su muerte.


¿Tú conoces a Jesús? ¿Tú conoces el poder de Su resurrección, el cual Dios trabajó en Cristo cuando Él lo resucitó de entre los muertos? ¿Tú conoces ese poder? O ¿Simplemente has oído hablar de Jesús?

¿O sólo conoces a un Jesús religioso, cuyos cuadros o estatúas viste en tu iglesia, que tenía una corona de espinas en la cabeza, algo anémico, carcomido, débil, pálido, en una imagen que ellos llaman Jesús? Bueno, mi amigo, tú necesitas leer el evangelio.

Lee Isaías, capítulo 52 y 53. Lee los Salmos 22, 88 y 89. Ve si encuentras en esas páginas a Jesús como se ve en el cuadro que tienen colgado en tu iglesia.

Entonces ve a Jesús resucitado en los primeros tres capítulos de Apocalipsis. Ve si tú puedes encontrar a tu religioso Jesús descrito ahí, como Él se reveló asimismo al apóstol Juan. ¿Él se ve como el cuadro que está colgado en tu iglesia?

Tú te harás un favor si te libras de ese cuadro ridículo. No es el Cristo. Es producción del hombre, hecho para vender y tener ganancia.

No seas engañado. La fe no viene por obedecer la ley. La fe no viene por: "No codiciaras". La fe no viene por: "No cometerás adulterio". La fe no viene por: "No dirás falso testimonio". La fe no viene por: "Honrarás a tu padre y madre".

La fe viene por creer que Jesús murió, fue enterrado, resucitó en el tercer día y que Él ascendió al cielo. Él está sentado ahí hoy, intercediendo por ti.

Tú estás sentado ahí [en lugares celestiales] con Cristo Jesús (Efesios 2:6), y tú estás bendecido con toda las bendiciones espirituales en los lugares celestiales (Efesios 1:3). Oye y cree en esto. Ese es el modo como la fe viene.



CAPÍTULO 12

LA IMPORTANCIA DE OÍR Y GUARDAR LA PALABRA



Hay tres relatos en el Nuevo Testamento, Mateo, Marcos y Lucas, describen la parábola del sembrador. Marcos 4:9 nos dice que si tenemos oídos para oír, nosotros debemos oír la Palabra de Dios.

Jesús enseñó la parábola del sembrador. Él dijo que el sembrador va y siembra la Palabra. La Palabra que es sembrada es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día.

Examina la escritura en Mateo, Marcos y Lucas. Mateo 13:23 dice: "el que oye y entiende la palabra,…" Marcos 4:20 dice: "Oyen la palabra, la reciben …" Finalmente, Lucas 8:15 dice: "La palabra oída, la retienen,…"

Si tú oyes y entiendes, oyes y recibes, oyes y retienes la Palabra de Dios, ¿Sabes lo que te va a pasar? Esa Palabra te convertirá.

Tú tienes que oírla y recibirla. Tú tienes que recibir estas palabras, que Jesús murió, fue enterrado y resucitó por ti. ¡Sólo por ti! No ha habido otra persona en la faz de la tierra, que haya muerto y resucitado por ti. Oye y recibe la Palabra de Dios.

¿Qué es lo que Mateo en 13:23 quiere decir? ¿"El que oye y entiende la palabra,…" [La Palabra de Dios]? ¿Entender qué? ¡Que Él murió por ti! Él murió y fue al infierno. Él estuvo ahí tres días. Él estuvo ahí por ti. ¿Entiendes esto?

Jesús resucitó por medio del funcionamiento de su fe en Dios. Si tú oyes estas palabras, las entiendes y las guardas, entonces ellas te convertirán. ¿Sabes lo que esta transformación te hará? Te cambiará tú vida.

El mundo ha predicado que la gente tiene que tomar una decisión religiosa, que ellos tienen que tomar la decisión un día y seguir a Jesús. La religión tiene una canción con el título: "Yo He Decidido Seguir a Jesús". Tú no puedes sólo decidir seguir a Jesús. Tú puedes venir a Él sólo si el Padre lo ha enviado para atraerte a Él. (Juan 6:44).

Jesús dijo en Mateo 16:24, "—Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Tú no decides. Tú simplemente tomas tu cruz y sigues a Jesús.

Cuando tú lo sigues, Él va a guiarte en caminos de justicia por el bien de Su nombre. Dios es el Único que te guía al arrepentimiento. Dios es el Único quien te guiará en caminos de justicia.

Encontrarás un momento en tú camino con Jesús, cuando pensarás que no puedes dar otro paso más. Entonces Él te mostrará Romanos 8:35-39. Él te dirá ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, tribulación, angustia, persecución, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios.

2 Juan, verso 6 dice:

6 Y éste es el amor: que andemos según sus mandamientos. Éste es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.

A menos que Jesús tome tu vida y te guie en caminos de justicia, tú no vas a ningún lado. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús por unirte a una iglesia. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús por unirte a una organización. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús, predicando el evangelio o tú versión del evangelio.

Déjame ser franco. Si no nos dejamos guiar por el Espíritu de Dios, Hebreos 12:8 y Romanos 8:14 nos dicen que ¡Somos bastardos! Es así de simple. ¿Tú sabes que significa bastardo? Un bastardo es aquel que no tiene un padre.

En Juan 14:18 dice, que la gente sin el Espíritu Santo está sin consuelo. Ellos son huérfanos. Ellos no tienen padre. Ellos no conocen a su Padre. A menos que tengan el bautismo del Espíritu Santo, el cual viene por oír el evangelio con la evidencia de hablar en otra lengua, tú solamente eres un huérfano espiritual.

Escucha, yo he estado ahí. Por eso enseño lo que enseño. Por eso puedo compartir lo que comparto. Yo hablo palabras simples. Si no habló palabras simples, como Jesús las pone en mi corazón y en mi boca, entonces no te beneficiarán.

Más aún, Si he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios (Hechos 20:27), no te hará provecho, no me hará provecho a mí. ¡No quiero ser desechado! Quiero ser un sirviente de provecho y fiel cuando este frente al Juicio del Gran Trono Blanco.

Oye el evangelio y guardarlo. Cree que Jesús murió por ti, fue enterrado y resucitó al tercer día. ¡Cree estas palabras!



CAPÍTULO 13

NUESTRO DIOS REINA



En Isaías, capítulo 52, el profeta Isaías profetizó por el Espíritu de Dios, unos 750 años antes de que Jesús viniera, a morir, ser enterrado y resucitado. Él profetizó en verso 7:

7 ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!»!

¿Tu Dios reina? O ¿Tú conoces a Jesús como Salvador? ¿Te han dicho que Jesús reina?

1 Corintios 15:25 y 26 dice:

25 Preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.

26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte


¿Has leído alguna vez esto?

Notas que en 1 Corintios 15:24 dice: "24 Cuando entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y todo poder". Él va a reinar hasta que todo dominio, autoridad y poder haya sido suprimido. ¿Estás de acuerdo?

Isaías 52:8 dice: "8 «¡Voz de tus atalayas!» Alzarán la voz; a una voz gritarán de júbilo, porque con sus propios ojos verán que Jehová vuelve a traer a Sión".

¿Puedes ver la última parte de este verso? "Ellos con sus propios ojos verán que Jehová vuelve a traer a Sión". Si los Metodistas, Bautistas, Pentecostales, Católicos y todas las otras denominaciones no ven con sus ojos, Jesús no es tú Señor y tú no estás en Sión.

¿No te engañes? Si tú eres una persona de las denominaciones, una persona de la Palabra, carismático o cualquier otra cosa y si tú no enseñas la misma doctrina, entonces tú no ves con tus ojos. Si tú no ves con tus ojos, entonces no puedes caminar en comunión unos con otros.

1 Juan 1:7 dice: "7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado". ¡Ves esto!

"Verán con sus ojos…" "Camina en la luz…" Jesús es la Luz. Él es la Palabra que fue manifestada en la carne. No hay lugar para las denominaciones. No hay lugar para las divisiones en el cuerpo de Cristo porque todos debemos ver con los ojos.

En Amós 3:3 hace esta declaración: 3¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo? Ellos no pueden. ¿Cómo puedes ver con tus ojos a menos que tengas la misma doctrina? Tú no puedes tener tu Pentecostal, Bautista, Metodista, "los de la Palabra" u otra doctrina y decir que tú eres de Cristo a menos que tu doctrina este de acuerdo con la doctrina de Cristo. Tú solamente te estás engañando. Tú estás engañado, mi amigo.

En 1 Timoteo 1:3, Pablo dice: "3 Para que mandaras a algunos que no enseñen diferente doctrina…" Estos versos dicen: "No enseñen diferente doctrina".

La Biblia es sencilla. Está escrita en un nivel de quinto año. Si puedes leer el nivel de quinto año, puedes leer la Biblia. Si te humillas a ti mismo, Dios te dará entendimiento.

Te das cuenta que la última parte de Isaías 52:8: " con sus propios ojos verán", gloria a Dios, "que Jehová vuelve a traer a Sión". Sión es seguramente la iglesia.

Dios va a traer a la iglesia en unidad, verán con sus ojos. Efesios 4:3 dice que nosotros debemos "procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz"
"Mantener la unidad del Espíritu". "Procurando mantener". Dios va a traernos para ver con nuestros ojos.

En Efesios 4:13 dice: "13 Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios…" Este verso nos dice que debemos llegar a la unidad de la fe y el conocimiento del Hijo de Dios. Entonces veremos con nuestros ojos.

Tú vas a tener que caminar conmigo, te guste o no, porque la doctrina que predico es de Jesús. Su doctrina viene de Su trono, por Su Espíritu, a través de mi corazón. Tú vas a tener que caminar conmigo y ver con tus ojos. Tú no puedes esconderte detrás de la doctrina de tu denominación. No puedes esconderte detrás de falsedades, mentiras y decir que tú amas a Jesús. Eso no puede ser verdad.

Jesús te está enfrentando y te está desafiando este día por tus acciones hipócritas:

UNA PROFECÍA

Yo te digo, si te humillas a ti mismo, oras, buscas Mi cara y cambias tus malos caminos, tú oirás del cielo. Yo te perdonaré tus pecados de rebelión. Yo sanaré tu tierra. El Señor te dirá: Tú has seguido caminos que no son Mis caminos. Tú has ido por caminos que no son Míos. Tú has ido detrás de dioses extraños. Tú has ido detrás de dioses de prosperidad, dioses de sanidad, donde no existen tales dioses. Tú no has buscando al Dios de Abraham, Isaac y Jacobo, el Dios que te sana, el Dios que te da salud, el Dios que causa tu prosperidad, el Dios que prospera tu alma, y por consiguiente te prosperará y dará salud. Pero has buscado dioses extraños, dioses extraños que no existen. Tú te has apartado del camino, cometiendo error, has codiciado el dinero y ganancias deshonestas. Has perforado en pedazos tu propia alma. Te separaste del Dios que te ama. Humíllate a ti mismo este día y regresa a tu Dios, el Dios que te ama, tu primer amor, el Dios que te sacó del desierto, el Dios que se te reveló, que te sanó, te hizo prospero, perdonó tus pecados y guio en el camino correcto. Entonces Dios te recibirá este día, dice el Señor. Él te recibirá como a una oveja extraviada, te traerá al rebaño y te fijará. Entonces serás para Él una bendición en la tierra, dice el Señor.


Bueno, ¡gloria a Dios! Dios me habló hace cinco años y dijo que la iglesia de América no podía discernir entre su mano izquierda y su mano derecha. Eso fue hace cinco años en Julio de 1985. Él me dijo en aquel momento: " Yo voy a juzgar a los Estados Unidos de América con tu boca".

Yo no podía creer eso, en ese entonces, pero ahora sí. Yo acepto eso. Si tú puedes aceptar eso, gloria a Dios. Si tú no puedes, está bien también. No hay problema para mí. Eso es entre Dios y tú.

Cuando Dios traiga otra vez a Sión, la iglesia verá con sus ojos. ¡Gloria a Dios! La iglesia verá con sus ojos cuando haya oído el evangelio y lo haya creído. Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día. ¡Este es un buen momento para servir a Dios y obedecerlo!



CAPÍTULO 14

RESUMEN



En este libro, te he dado la introducción básica del evangelio del Señor Jesús. Tú has visto a través de este libro que el evangelio es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día.

Además, has visto que la predicación es simplemente proclamar el evangelio. No hay lugar para la interpretación o la especulación. Estas palabras están escritas con sencillez.

Más a fondo, tú has visto que la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús es el único evangelio verdadero. Es el poder de Dios para salvación para todos aquellos que creen. Tú tienes que seguir o continuar en el evangelio, o tu creencia es en vano.

El evangelio del reino de Dios siempre es predicado con autoridad y siempre tiene el poder de Dios asociado con él. La religión ha pervertido el evangelio, predicando solamente la Palabra, usualmente sus palabras. Ellos rara vez manifiestan algo de poder. Ese es un evangelio falso y aquellos que predican otro evangelio que no es el evangelio verdadero son anatemas.

Tú fuiste instruido en Marcos 1:14 y 15, a arrepentirte y creer en el evangelio. Arrepentirte es cambiar tú voluntad a la voluntad de Dios. Después de arrepentirte, tú tienes que creer en el evangelio. Para creer en el evangelio, tú tienes que oírlo. Y tienes que oír y ver el evangelio de un predicador a quien el Espíritu Santo envió.

De acuerdo con Hechos 8:5 y 6, Felipe predicó a Cristo [el evangelio] a los Samaritanos. La gente puso atención mientras Felipe habló. Ellos oyeron y vieron los milagros que él hizo. Si un predicador es enviado, él te predicará el evangelio a ti. ¡El evangelio te traerá buenas novedades de cosas buenas!

Si tú necesitas salvación, tienes que creer en Romanos 10:9 y 10. Tienes que creer en tu corazón que Dios resucitó a Jesús de entre los muertos. Tú tienes que confesar a Jesús como el Señor de tu vida. Esto es sencillo, no la oración de los pecadores, ni a caminar en medio del pasillo de la iglesia. Solamente obedece la Palabra de Dios.

La fe viene por oír el evangelio de Jesucristo. Recuerda, tú debes haber oído la Palabra del predicador que Dios envió. Entonces vas a poder creer en Dios y Llamarle con fe.

Los predicadores te han dicho que confieses a Jesús como Salvador o Sanador o como el Único que puede darte prosperidad o paz. Sin embargo, tú puedes continuar teniendo sanidad, prosperidad y otras bendiciones sólo si Jesús es tu Señor.

¿Cómo puedes saber si Jesús es tú Señor? Si tú oyes el evangelio y lo obedeces, entonces Jesús es tú Señor. Santiago 1:22 dice: 22 Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. ¿Quién quiere ser engañado? Nadie. Entonces oye el evangelio y guárdalo. Medita en el día y noche.

Finalmente, en Isaías capítulo 52, tú viste que Dios reina. Tú y yo veremos con nuestros ojos cuando el Señor traiga otra vez Sion. La iglesia entrará en la unidad de la fe y del conocimiento de Jesús (Efesios 4:13). Las doctrinas de las denominaciones y otras doctrinas falsas serán destruidas. El evangelio verdadero será predicado, la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús.

Efesios 4:3-6 dice: procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos. ¡Alabado sea Dios!


 

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