ÉL RESUCITÓ - Haga click aquí para descargar
Biografía de Doyle Davidson:
Doyle Davidson nació en una granja cerca de Sarcoxie, Missouri, en 1932. Él sirvió como miembro médico de un hospital de la Marina de los Estados Unidos durante la guerra de Corea, pasando 27 meses en Yokosuka, Japón. Después regresó a los Estados donde fue admitido por la Universidad de Missouri en la Facultad de Medicina Veterinaria en 1958. Justo antes de entrar a la Facultad de Veterinaria, Dios lo visitó y le dijo: «Yo no quiero que seas veterinario, quiero que seas ministro del evangelio». Él no obedeció a Dios ese día y continuó con sus planes y recibió un doctorado en Medicina Veterinaria. Él se mudó al norte de Texas y estableció con éxito la práctica veterinaria equina.
En 1968 Dios se movió en la vida de Doyle y por dos años, la presencia del Señor lo acompañó en su coche preguntándole cuándo iba a predicar el evangelio. El Señor lo dirigió en 1969 a vender su hospital y él lo obedeció. El 2 de enero de 1970, la venta fue finalizada y él se alejó, sin saber a dónde iba a ir. Aunque había nacido de nuevo cuando era un niño pequeño, Jesús vino a ser Señor de su vida ese día y él fue bautizado posteriormente en el Espíritu Santo y en agua. Dios lo mandó a Israel en 1974, ungiéndolo para predicar el evangelio en la Tumba del jardín el 16 de junio con el pasaje de Hechos 1:8 ardiendo en su corazón. En 1980, Dios instruyó a Doyle para que hablara a la gente de Plano, Texas. Él estableció el ministerio de Water of Life (Agua de Vida) y en 1982 terminó con su práctica veterinaria.
Doyle es llamado como un siervo y apóstol del Señor Jesucristo. En 2017 el Señor le dijo: «Te he elegido y enviado a las cuatro esquinas de la tierra para que lleves mi palabra sin desesperación o miedo».
INTRODUCCIÓN
En noviembre de 1988, recibí un
pedido de un pastor en África por algunos de nuestros casetes. Dios me
dirigió que le mandara diez casetes de enseñanza y así lo hice. Recibimos
ocho pedidos más de casetes en noviembre y diciembre de 1988 y luego nos
pidieron 6000 en 1989.
Para junio de 1990, habíamos enviado más de 88,000 horas en casetes de
enseñanza y alabanza a 9,000 personas en los Estados Unidos de América y a
18 países extranjeros.
En agosto de 1989, Dios me dirigió poner a
disposición en casetes las enseñanzas que Él me ha dado “El Evangelio y sus
Beneficios” y “La Sangre de Jesús”. Desde agosto de 1989, hemos enviado,
gratis bajo petición, un casete cada mes durante 20 meses, empezando con el
primer casete de la serie: “Él Resucitó”.
Dios ahora me ha dirigido
en poner las enseñanzas de “El Evangelio y sus Beneficios” y “La Sangre de
Jesús” en libro y distribuirlos otra vez, gratis bajo petición.
En 1
Corintios 9:9-18, el apóstol Pablo dice:
9 En la ley de Moisés
está escrito: «No pondrás bozal al buey que trilla.» ¿Se preocupa Dios por
los bueyes
10 o lo dice enteramente por nosotros? Sí, por nosotros
se escribió esto, porque con esperanza debe arar el que ara y el que trilla,
con esperanza de recibir del fruto.
11 Si nosotros sembramos entre
vosotros lo espiritual, ¿será mucho pedir que cosechemos de vosotros lo
material?
12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros,
¿cuánto más nosotros?
Sin embargo, no hemos usado de este derecho, sino
que lo soportamos todo por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
13 ¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del
Templo, y que los que sirven al altar, del altar participan?
14 Así
también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del
evangelio.
15 Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco
he escrito esto para que se haga así conmigo, porque prefiero morir, antes
que nadie me prive de esta mi gloria.
16 Si anuncio el evangelio, no
tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no
anunciara el evangelio!
17 Por eso, si lo hago de buena voluntad,
recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido
encomendada.
18 ¿Cuál, pues, es mi recompensa? Que, predicando el
evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de
mi derecho en el evangelio.
Esto es lo que Dios me ha instruido
hacer, dar el evangelio de Cristo gratis.
Dios me ha revelado estas
enseñanzas en lo últimos 20 años. Si tienes oídos para oír, deja a un lado
tu orgullo religioso, tu tradición religiosa, tu tradición de hombre, tu
denominación, tu teología y tu enseñanza de la escuela bíblica. 1 Corintios
8:1 nos dice que el conocimiento te envanece, pero el amor edifica. Es 2
Juan 1:6 declara: “6 Y éste es el amor: que andemos según sus mandamientos”.
Y Juan 14:23 declara: “El que me ama, mi palabra guardará”.
Si tú
amas a Dios, tú guardarás sus palabras, si tú guardas sus palabras, tú
guardas su comisión y si tú guardas su comisión, tú predicarás el evangelio.
Si tú predicas el evangelio, Dios te enviará y si Dios te envía, será porque
tú estás predicando el evangelio.
Si tú predicas el evangelio, es el
poder de Dios para la salvación a cualquier que crea, a los judíos
primeramente y también a los griegos. Como Romanos 1:17 dice: “Pues en el
evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está
escrito: «Mas el justo por (Su) fe vivirá»”. (cita en Habacuc 2:4).
CAPÍTULO 1
¿QUÉ ES EL EVANGELIO?
Este capítulo podría
fácilmente ser nombrado: "Qué No es el Evangelio". Antes de que terminemos,
vas a descubrir que gran parte de lo que tú pensaste que era el "evangelio"
no es en absoluto el evangelio. Permíteme que empiece con esta declaración
que desafiará tu corazón religioso y tu mente religiosa.
La
siguientes frases están probablemente escritas en tu Biblia: "El Evangelio
de Acuerdo a San Mateo, San Marcos, San Lucas, o San Juan". Te aseguro que
encontrarás cosas en estos cuatro libros del Nuevo Testamento que no son el
evangelio.
En realidad, las opiniones de algunos hombres hicieron que
nombraran a estos libros "el evangelio de acuerdo a Mateo, Marcos, Lucas, y
Juan". El verdadero evangelio es que Jesús murió, fue enterrado, y resucitó
el tercer día.
Toda mi vida he oído: "¡Arrepiéntete, arrepiéntete,
arrepiéntete!" La mayoría de los predicadores en los Estados Unidos de
América nunca me dijeron que creyera en algo. Ellos ciertamente nunca me
dijeron que creyera en el evangelio.
Cierto predicador ha estado
instruyendo por toda América durante los últimos 40 años arrepiéntete.
América no se ha arrepentido todavía. Tú tienes que ser honesto contigo
mismo. Si Dios mandó a este hombre y América no se ha arrepentido, entonces
Dios no sabe lo que está haciendo.
No Seas Anatema
En casi
todos los casos, el evangelio que has oído es el que Pablo advierte en
Gálatas 1:9:
9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si
alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea
anatema.
La mayoría de las denominaciones religiosas no han oído el
evangelio. Además, ellos no creen en el evangelio, ni tampoco predican el
evangelio. Ellos predican su evangelio y no el evangelio de Jesucristo.
Muchas personas han dejado sus denominaciones religiosas―Bautistas,
Metodistas, o cualquier otra denominación―y se han convertido en Bautistas
carismáticos, Metodistas carismáticos, o estos o aquellos carismáticos. No
ha habido arrepentimiento de obras muertas y no hay creencia en el
evangelio.
¿Sabes por qué ha pasado esto? No queremos ofender a los
Bautistas, Metodistas, o cualquier otra denominación. Sin embargo, estas
denominaciones necesitan arrepentirse de sus tradiciones religiosas.
Yo le pregunté a un maestro muy conocido internacionalmente lo
siguiente: "¿Tú crees que hay demonios religiosos?" Él dijo: "¡Oh sí! Pero
no quiero decirle a nadie. Yo no quiero ofenderlos".
Él continuó: "Yo
les diré a ellos en privado". Yo le pregunté, "¿Qué pasa si no consigues
hablar con ellos en privado?"
¿Qué es lo que ha pasado aquí? El
hombre tiene miedo. Eso es miedo―no fe. Fe no tiene miedo. Si tú tienes
miedo, no tienes por qué estar predicando el evangelio.
Tú tienes que
predicar el evangelio en fe. Al leer este libro, descubrirás, el evangelio
verdadero―¡que Jesús murió, fue enterrado y resucitó de entre los muertos al
tercer día!
CAPÍTULO 2
PREDICANDO EL EVANGELIO
En Marcos 1:14, Marcos escribe las siguientes palabras:
14 Después
que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del
reino de Dios.
Examinemos cuidadosamente el verso 14. La mayoría de
nosotros, no ponemos atención a las palabras como se escriben. Este verso
nos dice que Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.
Él no predicó el evangelio de Mateo, Marcos, Lucas, o Juan. Él predicó el
evangelio del reino de Dios.
Revisemos la palabra "predicando".
"Predicando" simplemente quiere decir publicar o proclamar. Jesús vino a
proclamar el evangelio. La palabra "proclamar" quiere decir mostrar,
declarar o divulgar algo.
Esto es importante porque lo que pensaste
que era el evangelio no ha sido el evangelio. Han sido solamente palabras de
los hombres. Dicho de otro modo, el evangelio no son las palabras que se
hablan. El evangelio es el poder de Dios que se está demostrando.
Jesús vino publicando o proclamando, el evangelio del reino de Dios. El
evangelio son buenas noticias o buenas novedades. Si la predicación no son
buenas noticias, no es el evangelio. Si la predicación no es la muerte, el
entierro y la resurrección de Jesús, no es el evangelio. Y no son buenas
noticias.
CAPÍTULO 3
LA MUERTE, EL ENTIERRO Y
RESURRECCIÓN
Mientras crecía en la iglesia y hasta el día de hoy,
muchos de nosotros hemos oído a los predicadores decir: "Ahora voy a
predicar el evangelio". El hecho es que ellos no están predicando el
evangelio en absoluto.
Yo estaba muy asombrado hace 17 o 18 años,
cuando yo vi que el evangelio está definido en 1 Corintios 15:1-4, así como
fe está definida en Hebreos 11:1.
Ve la definición del evangelio en 1
Corintios 15:1-4:
1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os
he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;
2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado,
sois salvos, si no creísteis en vano.
3 Primeramente os he enseñado
lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras;
4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras;
Estos versos se oponen a lo que tú y yo
hemos oído en la iglesia y encontramos que son difíciles de creer.
¿Qué es lo que Pablo en realidad dice, cuando él expresa: "Además os
declaro, hermanos, el evangelio [la muerte, el entierro y la resurrección
del Señor Jesucristo]"?
Te Declaro el Evangelio
Examinemos el
verso 1:
Además te declaro, hermanos, el evangelio que te he
predicado...
Pablo predicó el evangelio.
... el cual también
recibiste,...
Pablo predicó y la gente lo recibió.
Notas que
fue lo que pasó:
... en el cual también perseveráis;
Todo el
mundo dice: "¡Ah gloria! Estamos perseverando en el evangelio". Lee el verso
2, pero:
Por lo cual también estas salvado, si...
¿Puedes
creer qué la palabra "si" está asociada con "salvado"?
Continuemos
leyendo en el verso 2:
... si retenéis la palabra que os he
predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.
¿Esto te suena a
"una vez a salvo, siempre salvado"?
¿Qué fue lo que Pablo predicó a
los Corintios? Él predicó el evangelio: la muerte, el entierro y la
resurrección de Jesucristo. Él lo recibió primero, entonces él lo predicó.
Ellos lo recibieron. Ellos perseveraron, si ellos retienen en memoria, o
aferrarte a lo que ellos creen.
Aferrarte a lo Que Tú Crees
En
los Estados Unidos, tú puedes preguntarle a la gente: "¿Has nacido de
nuevo?" Ellos contestan: "Espero que sí". Tú preguntas: "¿Eres salvo?" Ellos
contestan: "Eso creo. Espero que sí. Yo fui a una campaña en 1964 y pasé al
enfrenté".
Bueno, mi amigo, no has sido salvado. O, si tú lo fuiste,
ya no lo eres porque tú no te aferraste a lo que creíste cuando pasaste al
frente. Eso es lo que 1 Corintios 15:2 dice.
Yo sé que esto
escandaliza a los americanos religiosos. Pero el hombre que dice: "Espero
que sí" o "Yo pensé que lo hice" no es salvo. Yo he conocido a muchos con
"Espero que sí" o "Yo pensé que lo hice".
Yo sé que esto va a alterar
algunas plumas religiosas. Sin embargo, tenemos que creer en la verdad. Si
vamos a predicar el evangelio al mundo, debemos creer lo que la Biblia dice.
Entonces, la gente puede ser salvada por medio del evangelio.
El
Significado de la Salvación
Tú estás salvado. ¿Qué es lo que
significa? La palabra "salvado" quiere decir ser hecho sano o establecerse
en seguridad. Tú tienes que retener en memoria o aferrarte al evangelio que
se predicó. Si te aferras a la verdad de la muerte, el entierro y la
resurrección del Señor Jesucristo, ¡tú estás salvado! Es así de simple.
Yo he conocido cristianos que me han dicho: "Yo he estado bajo tal
ataque que dudo que yo esté salvado". ¿Quieres saber por qué cuestionan su
salvación? Ellos dudan porque no saben nada de la muerte, el entierro y la
resurrección del Señor Jesucristo.
El Espíritu de Dios me habló y
dijo: "Yo no encargué a mi gente en ir y predicar "se salvado". Yo dije a mi
gente ve y predica el evangelio a toda criatura".
"Predicar el
evangelio" es la comisión. Lelo por ti mismo en Marcos 16:15. La escritura
no dice: "Ve y has que la gente sea salvada". Dice: "Predica el evangelio".
¿Por qué? Porque tú estás salvado(a) si te aferras al (evangelio).
Si
te aferras a "ser salvo", tú probablemente no lo estás. Yo sé que esto va a
sacudir muchas fundaciones falsas en el mundo. Sin embargo, 1 Corintios 15:2
es muy claro, que cualquiera puede leerlo y decir que tienes que aferrarte
al evangelio que fue predicado. La muerte, el entierro y la resurrección del
Señor Jesucristo.
No Creas en Vano
Ahora, termina 1 Corintios
15:2:
... la palabra que os he predicado, sois salvos, si no
creísteis en vano.
Tú puedes creer en vano. Si tú no te aferras al
evangelio, la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo, tú
has creído en vano. Esto no es "una vez a salvo, siempre a salvo". Si tú no
continúas creyendo, tú has creído en vano.
Pablo Recibió el Evangelio
Continuemos con 1 Corintios 15:3:
3 Primeramente os he enseñado
lo que asimismo recibí,...
Primero Pablo recibió el evangelio. Tú no
puedes enseñar el evangelio si no lo has recibido.
¿Qué es el
evangelio? En los versos 3 y 4, da la definición de la escritura:
3
Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4
que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;
La definición simple del evangelio: la muerte, el entierro y la
resurrección del Señor Jesucristo.
Trabajando la Salvación
Antes de que continuemos discutiendo la salvación, quiero decirte ahora que
Satanás jugará juegos contigo sobre las palabras que leímos en 1 Corintios
15:1-4. No lo dejes. Te hará decir: "Bueno, ¿qué le habrá pasado a mi
tatarabuelo?" No hay diferencia, porque tú no puedes salvarlo.
Dios
dice en Filipenses 2:12 que debemos trabajar nuestra propia salvación. Deja
a todos los demás en paz. Si quieres saber algo, pregúntale a Dios. No dejes
que el demonio tome la verdad y te golpe en la cabeza con ella. Sólo Dios
sabe quién es salvado y quien va a ir al cielo. Tú no puedes saber quién es
salvado a menos que Dios te diga.
Aférrate al Evangelio
Vamos
a examinar más a fondo "salvación". Efesios 1:13 nos dice que el bautismo en
el Espíritu Santo es el sello de tu salvación. Tú no puedes ser bautizado en
el Espíritu Santo sin primero haber creído en el evangelio.
Sin
embargo, no pienses que es suficiente en creer en Jesucristo una vez. Si no
te aferras a la muerte, el entierro y la resurrección del Señor Jesucristo,
puedes perder la salvación que tenías.
El hecho está aquí, en a las
escrituras. Yo simplemente te estoy diciendo lo que está en la Palabra. Lee
1 Corintios 15:1-4 minuciosamente por ti mismo.
Yo sé como la gente
religiosa reaccionará. Ellos dirán: "Bueno, hermano, eso no es lo que dice".
Sí, yo he oído sus historias y no quiero oírlas otra vez.
Cree y
obedece 1 Corintios 15:1-4. Mantente firme en el evangelio del Señor
Jesucristo y trabaja tu propia salvación con miedo y temblor.
CAPÍTULO 4
EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS
Mira en Marcos
1:14 otra vez:
14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a
Galilea predicando el evangelio del reino de Dios.
Nosotros sabemos,
de acuerdo a la escritura, que el evangelio es la muerte, el entierro y la
resurrección del Señor Jesús. Ahora, vamos a ver el "Reino de Dios".
Jesús es nuestro ejemplo y Su evangelio fue el evangelio del reino de Dios.
Él estaba predicando algo diferente que la mayoría de los ministros
predican. Él estaba predicando Su muerte, entierro y resurrección.
¿Qué es el reino de Dios? El reino de Dios necesita ser examinado de acuerdo
con la Palabra de Dios. Mira en 1 Corintios capítulo 4. Te mostraré algo que
probablemente te sacudirá.
Los religiosos te han enseñado que el
reino de Dios es en palabra, pero no es así. El reino de Dios es en poder.
Este hecho es bíblico. Porque tú dices que crees cada palabra de la Biblia,
tú no puedes negar que no crees en estas palabras. No solamente te mostraré
estos versos, sino otros que van a desafiar tú fundamento religioso.
Dios está desafiando los reinos de las tinieblas del mundo. Él está
enfrentando reinos religiosos, Bautistas, Metodistas, Católicos, los de
Pentecostés, "los de la Palabra" y los otros reinos de otras denominaciones,
creer lo que tú dices creer. El hecho es que tú sabes que no crees.
En 1 Corintios 4:18-20, Pablo dice:
18 Algunos están envanecidos,
como si yo nunca hubiera de ir a vosotros.
19 Pero iré pronto a
visitaros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de
los que andan envanecidos,
20 pues el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder.
La palabra "poder" proviene de la palabra
Griega, dunamis. Dunamis quiere decir habilidad. El reino de Dios no está en
la mayoría de nuestras predicaciones. No es con palabras persuasivas. No es
ni en la enseñanza de la Palabra de Dios. Es en poder.
Además, si
nuestra enseñanza y predicación no son asociadas con el poder, la letra de
la Palabra está siendo predicada, no el Espíritu. La letra nos matará.
En 2 Corintios 3:6, Pablo dice de Dios:
6 el cual asimismo nos
capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del
Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Esta
escritura es verdad no importa quien la enseñe.
Jesús es nuestro
ejemplo. ¿Estás de acuerdo? Si tú y yo estamos haciendo lo que Jesús hizo,
estaremos predicando el evangelio del reino de Dios. Por los tanto, las
señales seguirán nuestra predicaciones. Las señales ocurrirán porque
simplemente publicaremos o proclamáremos el evangelio del reino de Dios con
poder.
Si tú nunca predicaste nada en tus servicios de la iglesia del
domingo excepto el evangelio, te haces a ti mismo y a las personas a quienes
les estás predicando un grande favor. Recuerda, el evangelio es que Jesús
murió, fue enterrado y resucitó de entre los muertos al tercer día. Él
ascendió al Cielo y está sentado a la derecha del Padre intercediendo por ti
y por mí. Eso mi amigo, ¡es poder!
CAPÍTULO 5
EL EVANGELIO
CON AUTORIDAD
Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del
reino. El evangelio del reino es con poder. Quiero que veas que el evangelio
del reino de Dios es enseñado con autoridad.
Marcos 1:22 dice:
22 Y se admiraban de su doctrina [Su enseñanza], porque les enseñaba
como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
La palabra "
autoridad" significa privilegio. "Él les enseñó como quien tiene
[privilegio]".
¿Sobre qué era lo que Jesús tenía autoridad? Bueno,
alabado sea Dios, me da gusto que preguntaste. Vamos a Lucas 4:32-36. Estas
escrituras dan la misma historia que se da en Marcos 1:22, pero con más
detalle.
Lucas 4:32 dice:
32 y se admiraban de su doctrina,
porque su palabra tenía autoridad.
La palabra "poder" aquí quiere
decir autoridad o privilegio.
Lucas 4:33-34 continúa:
33
Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio impuro, el
cual exclamó a gran voz
34 diciendo:—¡Déjanos! ¿Qué tienes con
nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para destruirnos? Yo sé quién eres: el
Santo de Dios.
Ese espíritu sabía quien era Jesús.
En el verso
35, nosotros vemos:
35 Jesús lo reprendió, diciendo:—¡Cállate y sal
de él! Entonces el demonio, derribándolo en medio de ellos, salió de él sin
hacerle daño alguno.
Jesús ordenó al demonio que se callara y saliera del
hombre. El demonio derribándolo en medio de la gente, salió de él sin
hacerle daño alguno.
Ahora, ve en el verso 36. Quiero que veas esto:
36 Todos estaban maravillados, y se decían unos a otros:
—¿Qué
palabra es ésta, que con autoridad y poder manda a los espíritus impuros, y
salen?
¡Jesús tenía la autoridad y el poder! En el verso 36, la
palabra "autoridad" es de la palabra Griega, exousia o privilegio. La
palabra "poder" aquí es dunamis. Con autoridad [privilegio] y con poder
[habilidad], Él ordenó a los espíritus impuros y ellos salieron. ¿Tú puedes
hacer eso? ¿Tu ministerio es un ejemplo de esto o simplemente predicas, "he
hecho mi parte, ahora depende de Jesús?"
Déjame decirte esto. He
escuchado a los predicadores de los Estados Unidos de América decir: "Ahora
que he puesto las manos en las personas, depende de Dios. Yo he predicado la
palabra. Ahora depende de Dios".
Eso es incorrecto. Tú tienes que
obedecer a Dios. Tienes que ser dirigido por el Espíritu. Tienes que
predicar el evangelio del reino de Dios. Tú tienes que publicar las buenas
noticias, las noticias alegres, el evangelio. El evangelio es la muerte,
entierro y resurrección del Señor Jesús. El evangelio es autoridad y poder.
Una última palabra: si tú predicas otro evangelio, no habrá cambios
en las vidas de las personas a quienes les estás predicando y tú serás
anatema. Mira en Gálatas 1:8 y 9:
8 Pero si aun nosotros, o un ángel
del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema.
9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si
alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, sea
anatema.
¡Estas escrituras deberían ser suficientes para hacer creer
en Dios a cualquiera! Si tú crees en Dios, tú vas a obedecer a Dios y
predicarás el evangelio. El evangelio será predicado con autoridad y con
poder.
CAPÍTULO 6
EL EVANGELIO CON PODER
En
este capítulo, vamos a echar un vistazo más cercano al poder de Dios que
siempre está asociado con el evangelio del reino. Mira en 1 Corintios
4:18-20. Pablo dice, en el verso 18:
18 Algunos están envanecidos,
como si yo nunca hubiera de ir a vosotros.
¿Te importaría adivinar
qué quiere decir "envanecidos"? ¿La palabra "envanecer" podría significar
"orgullo"?
Los versos 19 y 20 dicen:
19 Pero iré pronto a
visitaros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de
los que andan envanecidos,
20 pues el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder.
Pablo dijo que cuando fuera, él no conocería
a los predicadores que solamente enseñan la palabra. Ellos están
envanecidos. Por el contrario, él sabría quienes demostraran el poder de
Dios.
El reino de Dios no es en palabra, es con poder. Cuando Dios me
enseñó estos tres versos hace como 14 años, yo pude claramente separar esos
ministerios quienes estaban "envanecidos" de los ministerios quienes
demuestran el poder de Dios.
Marcos 1:14 dice:
14 Después que
Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino
de Dios.
Mira en este verso en conjunto con 1 Corintias 4:18-20.
Jesús vino a Galilea publicando el evangelio, Su muerte, entierro y
resurrección. ¿Qué es lo que publicó? Él publicó el poder de Dios. De
acuerdo a 1 Corintios 4:18-20, cualquier ministerio que no demuestra el
poder de Dios está "envanecido".
En los Estados Unidos, hay
predicadores que se levantan día tras día y tratan de justificarse, porque
no oran por los enfermos y porque no demuestran el poder. Ellos dicen: "Dios
me ha llamado como a un maestro". Yo conozco a estos ministros por nombre,
pero no quiero avergonzarlos. Los quiero suficientemente para mostrar 1
Corintios 4:18-20.
Además, yo oro para que Dios los dirija al
arrepentimiento. Si tú piensas que Dios te llamó para enseñar la Palabra de
Dios sin poder, tú estás sumamente engañado. Satanás te ha engañado.
Cuando Dios empezó a guiarme para demostrar Su poder, yo no quería. Yo no
quería asociarme con gente que echa fuera demonios, sana los enfermos y
habla en lenguas. No me molestaba ir a la iglesia con la gente que habla en
lenguas, siempre y cuando ellos no supieran que yo no. Sin embargo, Dios me
habló lo siguiente: "si tú me amas, tú guardarás mis palabras".
En
dos ocasiones, oí a un hombre, quien es considerado uno de los líderes
evangelistas en los Estados Unidos de América hacer las siguientes
declaraciones públicas: "No soy un principiante. Puedo contar con 5 dedos
todos los milagros que Dios ha hecho en este ministerio en todos mis años".
Él también dijo: " Dios no hace crecer las piernas; Dios no llena de
dientes y Dios no hace otros milagros que oigo describir".
La gente
acude en masas para oír a este predicador. Tú puedes determinar por ti mismo
si él está obedeciendo a Dios o no. Tengo suficiente valor para decirte que
una persona que no está demostrando el poder de Dios, simplemente no sigue
al Espíritu de Dios. Yo no estoy preocupado si me llamas crítico o juzgo.
(Si eso es lo que crees, te digo que estás engañado. Eso es lo que Jesús te
dice también).
Jesús vino a publicar el evangelio, la muerte, el
entierro y la resurrección del reino de Dios, con poder. El reino de Dios no
es en palabra, es con poder. En los Estados Unidos, los predicadores dicen:
"Bueno, mis palabras tienen poder. Yo prediqué la Palabra y ahora tengo que
irme. Dios demostrará Su poder mientras me voy". Eso pasa todo el tiempo.
¿Sabes algo? Dios demostrará Su poder. Gracias a Dios, Él lo hará. Si
tienes una gota de fe y puedes creer cualquier Palabra, Dios demostrará Su
poder por ti.
Yo crecí escuchando y viendo estos ministerios. He
aceptado todo, lo que quise recibir de Dios. Yo no recibí mi bendición por
medio de estos de la imposición de manos en mí de parte de los predicadores.
Yo simplemente tomé la Palabra y empecé a creerla. Esa es la única razón por
la que algunos de nosotros hemos surgido del movimiento Carismático con poca
fe y poco poder.
Ahora Dios está diciendo: "Yo quiero que le muestres
a esta gente, que lucha fue llegar hasta donde estás. Quiero que los ames.
No quiero que los olvides. No quiero que vengas a ser tan pretencioso que te
olvides de tus raíces".
Si cada Cristiano recordara de sus pequeños
inicios, Él continuaría haciendo a la gente Cristianos. Cada uno quiere ser
más grande que el otro. Eso es todo lo que pensamos. Cuando tenemos grandes
multitudes, pensamos que Dios nos está aprobando nuestro ministerio.
¿Cómo Dios aprobó el ministerio de Jesús? El Apóstol Pedro nos los dice en
Hechos 2:22:
22 »Israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno,
varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y
señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos
sabéis
Jesús fue aprobado por Dios a través de las maravillas,
prodigios y señales. Mira de cerca lo que está pasando en la iglesia a la
que asistes. ¿El evangelio es predicado? ¿Hay algún poder demostrado? I Juan
4:1 dice probar los espíritus si son de Dios.
Lee Marcos 16:17 y 18.
Las señales descritas en estos versos siguen la predicación del evangelio.
El poder de Dios será demostrado. Si el poder de Dios no está ocurriendo en
tu iglesia, pregunta a Dios qué quiere Él que tú hagas. Tú eres su oveja y
oirás Su voz.
CAPÍTULO 7
EL EVANGELIO CON AUTORIDAD Y
PODER
En capítulos anteriores, hemos visto que Jesús predicó la
Palabra, el evangelio con autoridad y poder. Él mandó a los espíritus
inmundos que salieran y ellos salieron. Ahora, quiero que veas Mateo 28:18:
18 Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad [autoridad o
privilegio] me es dada en el cielo y en la tierra.
La autoridad de
Dios te debe ser dada, a ti antes de que pongas tú Biblia en la maleta y te
vayas a predicar a todas las naciones.
Además, Jesús dijo en Lucas
24:49 que tú no puedes predicar " hasta que seáis investidos de poder
[habilidad] desde lo alto". Cuando tú estás investido de poder, tienes la
habilidad del Espíritu Santo.
Sólo La Autoridad No Es Suficiente
Tú debes de tener las dos, autoridad y habilidad con tu predicación. Si
tú tienes autoridad solamente, el demonio se burlará de ti. Él te dirá:
"Esta es mi casa".
Al principio, yo tenía solamente autoridad. Sin
embargo, Dios me estaba dirigiendo en Su habilidad, de igual manera me
enseñaba Sus caminos. Antes que el poder de Dios (Su habilidad), fue
demostrada en mi vida, yo no sabía cómo manejar los demonios. Ordenaba a un
demonio que saliera y me decía: "Esta es mi casa. No voy a salir de aquí".
Simplemente estaba ahí con la mirada fija. Yo no sabía que más hacer. Yo
dije: "Dios, ¿Qué vas hacer con estos demonios?"
Una noche pasé seis
horas tratando de sacar los demonios de una mujer. No creo que los eché
fuera. Yo simplemente los alboroté, como a un montón de abejas. ¡Ellos
también picaban!
Yo estaba tan cansado que me fui a la cama. Y
pensé: "Esto es perder el tiempo. Yo no puedo echar fuera a los demonios".
Pero, Gloria a Dios, Él nos enseñará la manera cuando nosotros caminemos con
Él.
El Poder del Espíritu Santo
Nosotros debemos de tener
autoridad y poder para predicar el evangelio. ¿De dónde proviene el poder?
El poder viene del Espíritu Santo. Mira en Hechos 1:8:
8 pero
recibiréis poder [habilidad] cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta
lo último de la tierra.
Tú recibes poder, la habilidad de Dios,
después de que el Espíritu Santo venga a ti, después de que tú seas
bautizado en el Espíritu Santo.
Tú debes saber que tú tienes
autoridad sobre el demonio si quieres echarlo fuera. Tú también debes de
tener la habilidad del Espíritu Santo operando en ti para echar fuera al
demonio. Es el Espíritu Santo quien echa fuera al demonio. No eres tú ni yo.
Es muy agradable cuando aprendes a caminar en el Espíritu y dejas que Él
te guie.
Tú sabes que tienes autoridad y tú caminas en ese
privilegio. Entonces el Espíritu de Dios se levantará dentro de ti y tú te
sentirás como un gigante de fe. No estoy bromeando. Te sentirás como 170
libras (77 kg) de fe. (Eso es lo que yo peso).
Sólo esperas que haya
un demonio enfrente de ti. El poder de Dios está buscando demonios. Cuando
Él ve a un demonio en una persona, el demonio gritará y tirará a la persona.
Entonces el demonio saldrá. Después que la unción y la habilidad te dejan,
tú simplemente pesas 170 libras (77 kg).
Al leer Hechos 1:8, yo
pensé: "¡Esto debió haber sido una locura!" Entonces, la primera vez que yo
experimenté el poder del Espíritu Santo en la iglesia, no sabía qué hacer.
Yo pensé que era increíble. Me preguntaba si iba a ser consumido.
Caminé alrededor de la iglesia y cuando me acerqué como a cuatro o cinco
pies (uno y medio metros) de alguien con un demonio, el demonio salía
gritando y rugiendo. Eso es el amor de Dios. Eso es el evangelio del reino
de Dios.
¿Qué se está haciendo en la iglesia? Los predicadores dicen:
"Yo quiero que vengan al frente y se formen. ¡Fórmense aquí! Voy a poner mis
manos en todos ustedes. En el nombre de Jesús, mandaré al demonio que se
vaya y él se irá. Ahora tú serás libre". Y nada pasa. Ningún poder es
demostrado.
Bien, eso es lo que ellos hacen. Los predicadores se van
y el demonio se queda. No podía entender eso. Yo pensé: "¿Qué es esto?”
Todos aquellos que han sido testigos de esto, saben de lo que estoy
hablando.
La gente ha venido a mí y dice: "Yo he tenido a todos estos
predicadores que han orado por mí. Ahora voy a darte una oportunidad a ti".
Ellos empezaron con Hagin, Schambach y todos los ministerios grandes. Yo les
pregunté: "Bueno, ¿Qué es lo que estás haciendo aquí conmigo?"
Cuando
el Espíritu Santo echa fuera a un demonio de la persona, enfrente de tus
ojos, tú encontrarás que no hay diferencia quienes han orado por ellos. Lo
que importa es que el Espíritu de Dios está operando a través de ti. No
estoy interesado en que línea de oración has estado.
Si Dios te envía a
mí para orar por ti, tú vas a ser liberado. Si tú vienes simplemente porque
has oído que echo fuera demonios, yo no voy a orar por ti. Ya he parado eso.
Dios me dijo: "Tú no oras por la gente a menos que yo te diga que ores.
Tú no pongas las manos en la gente a menos que yo te diga que pongas las
manos". Yo no conozco a nadie en el país que fuera tan cauteloso como yo.
Una vez estuve escuchando a Norvel Hayes. Él dijo que Kathryn Kuhlman
protegía sus dones mejor que nadie, que él haya visto. Él dijo que no podías
hacer a esa mujer orar por ti si ella no quería orar.
Yo dije:
"¡Gracias a Dios! Ese es el Espíritu de Dios en mí, diciéndome que no ponga
las manos en cualquiera". Alabo a Dios por lo que Norvel Hayes dijo acerca
de Kathryn Kuhlman protegiendo sus dones.
Yo la observe una vez que
estuve en sus servicios. Ella escogía sólo a ciertos individuos para orar.
En los Estados Unidos, los predicadores dicen: "¡Quiero que llenen toda esta
pared! Vengan aquí, vamos a poner aceite y las manos en todos ustedes".
Si Dios te dijo que pusieras las manos en cada uno, está bien. Si tú lo
haces solamente por agradar a la gente, entonces no está bien.
Cuando
el Espíritu de Dios está operando en ti, te puedes sentar, parar o hacer
cualquier otra cosa que quieras y miras el Poder de Dios manifestarse. Es
muy divertido. Es muy fácil observar a Dios sanar a la gente.
Estaba
orando por un hombre una noche. Él tenía dos vértebras que estaban dañadas y
deterioradas. Los doctores querían fundirlas con cirugía. Yo me senté en una
silla. Yo le dije al hombre: "Siéntate en esta silla. Yo quiero orar por
ti".
Empecé a orar y de repente el Espíritu de Dios le pegó en medio
y lo sacudió. Él dijo: "Ah, algo tronó dentro de mí, algo de en medio de mí
se movió a un lado".
Yo dije: "Párate y dóblate". Él se paró, dobló y
no sintió dolor. Dios reparó dos vértebras en él, cuando estaba sentado en
la silla.
Solamente eso me ha pasado algunas veces. Eso fue lo más
divertido que he visto. Dios simplemente movió su espalda y la puso en la
posición correcta. Dios es el mejor quiropráctico que puedas conocer. Bueno,
¡Él es! Él puede hacer cualquier cosa. ¡Cualquier cosa!
He visto a
Dios tomar a la gente y girarlos en diferentes direcciones. Una noche en
nuestra misión, yo vi que Él tomó a una mujer y giró su brazo hacia atrás y
hacia enfrente hasta que su brazo estaba extendido. Yo pensé: "Dios, vas a
dañar el brazo de esta mujer. Ese brazo girará hasta cierto punto de
distancia".
Y yo dije: "Doyle, es mejor que dejes en paz a Dios. Él
sabe cómo tratar los brazos de la gente". Lo que Dios hizo fue increíble. El
brazo de la mujer fue completamente sanado.
Recuerda, tú tienes la
autoridad, el privilegio, en predicar el evangelio. Pero, debes ser sabio.
No vayas a cualquier lado a predicar el evangelio hasta que tengas el poder
del Espíritu Santo en ti.
CAPÍTULO 8
ARREPIÉNTASE
Después de que el evangelio del reino de Dios es predicado, tienes
que arrepentirte. Abre tu Biblia en Marcos 1:14-15:
14 Después que
Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino
de Dios.
15 Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha
acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!»
En verso 14, Jesús
fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. En verso 15, Jesús
predicó arrepentimiento y que creyeran. ¿Enseñas esto cuando predicas?
Marcos dijo que Jesús vino proclamando el evangelio del reino y diciendo
que el reino de Dios estaba cerca. Jesús también dijo: "Arrepiéntete y cree
en el evangelio". Él no dijo: "Arrepiéntete pecador". Él no dijo:
"Arrepiéntete o vas al infierno". Él dijo: "Arrepiéntete y cree el
evangelio".
Cambia Tu Voluntad
¿Qué es entonces arrepentirse?
Arrepentirse es pensar diferente. Quiere decir tener otro pensamiento o
reconsiderar la voluntad Arrepentirse es hacer la voluntad de Dios. ¿Cuál es
la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es que tú creas el evangelio. Es
muy sencillo.
Jesús vino a Galilea diciendo: "Arrepentíos y creed en
el evangelio" Él no dijo: "Arrepiéntete y únete a nuestra iglesia". Él no
dijo: "Arrepiéntete y camina al pasillo de esta cruzada, con lágrimas
corriendo en tus mejillas, haciendo una declaración de Cristo".
Él
dijo: "Arrepentíos y creed en el evangelio" ¿Qué es el evangelio? Tú ya
debes saber para entonces. El evangelio es que Jesús murió, fue enterrado y
resucitó en el tercer día.
Confesar Tus Pecados No Es Suficiente
Romanos 10:9 nos dice cual es el plan de Dios para la salvación:
9 Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que
Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
¿Sabías que la
Biblia no dice que tienes que recitar "la oración de pecadores" para ser
salvo?
Tú puedes confesar tus pecados y nunca ser salvo. ¿Sabías que
tú puedes confesar tus pecados a tu esposa o tu esposo o tu pastor y nunca
ser salvo? ¿Sabes por qué? La razón es porque nunca confesaste a Jesús como
Señor y creíste que Él fue resucitado de entre los muertos.
Mira a
este ejemplo. Supongamos que estuvieras en prisión y vas a morir en la silla
eléctrica o por la inyección letal. Tú confiesas cada pecado que hayas
cometido. Pero tú no creíste que Jesucristo fue resucitado de entre los
muertos. Y tú no confesaste que Él es el Señor de tu vida. Tú morirás como
pecador e irás al infierno. ¿Sabías esto?
Arrepiéntete y Entonces
Cree
No es suficiente confesar tus pecados. Tienes que creer que
Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día. Cuando Él murió, Él fue
al infierno por ti y por mí, para que no tengamos que ir.
También Él
ascendió a la diestra del Padre. Él está sentado ahí, hoy intercediendo por
ti y por mí. ¡Tú debes de creer eso!
Tú debes que creer que Jesús fue
resucitado de entre los muertos. Tú no puedes creer en Mahoma. Él no fue
resucitado de entre los muertos. No puedes creer en otros profetas. Ellos no
han sido resucitados de entre los muertos.
Jesús ha sido resucitado
de entre los muertos. Él es el único que murió, que todavía está vivo hoy,
¡gloria a Dios! Él está sentado a la diestra del Padre.
Jesucristo es
El Señor
Además de creer que Jesús fue resucitado de entre los
muertos, tú tienes que confesarlo como Señor de tu vida para ser salvado o
ser librado. ¿Sabes que nos han enseñado? Nos han enseñado que le
preguntemos a Él que venga a nuestras vidas y que sea nuestro Salvador. Eso
no es bíblico. Jesús quiere ser nuestro Salvador. De igual manera Él también
quiere ser Señor de tú vida.
Tú y yo hemos sido engañados. Nosotros
hemos sido confundidos por las enseñanzas religiosas, predicadores
religiosos, espíritus de denominaciones, brujería, adulación y adivinación.
No nos han dicho la verdad. Nos han enseñado la verdad parcial. Nos han
enseñado decepción.
En Oseas 10:13 dice: comeréis fruto de mentira.
Nosotros hemos creído esas mentiras y hemos estado perdidos. Sin embargo,
Romanos 10:13 nos dice: ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor,
será salvo. ¿Crees esto?
Tú puedes decir: " Yo nací en la iglesia".
¿Qué tiene que ver eso con la salvación? ¿Alguna vez has creído que Jesús es
tu Señor y que Él fue resucitado de entre los muertos? ¿Se lo has dicho a
Él?
Tú podrías decir: "Bueno, yo he estado en cruzadas, hice
decisiones y dediqué mi vida a Cristo". ¿Qué quiere decir eso? Tú no puedes
dedicar tu vida a Cristo a menos que primeramente hayas creído que Él fue
resucitado de entre los muertos y confesarás que Él es el Señor.
Si
tú no crees que Jesús fue resucitado de entre los muertos y que Él es Señor,
tú no puedes hacer una dedicación. Por lo tanto, otra vez tu dedicación,
reincorporación y consiguiendo tu nombre en la banca de la iglesia no quiere
decir nada. Esas son acciones inútiles.
Si tú no crees que Jesús
murió, resucitó y si tú no confiesas que Él es Señor, no puedes ser salvado.
¿Puedes ver eso? Jesús dijo: "Arrepiéntete y cree en el evangelio". Cambia
tu voluntad y has la voluntad de Dios. Cree que Jesús murió, fue enterrado y
resucitó.
CAPÍTULO 9
ARREPIÉNTETE Y CREE EN EL
EVANGELIO
Después del arrepentimiento, tú tienes que hacer algo.
Tienes que creer el evangelio. Creyendo y sometiendo tu vida en el
evangelio, tú dejas que Jesús ejercite Su señoría en tú vida. Si tú quieres
que Jesús sea tú Señor, tienes que creer el evangelio.
Romanos 10:9
dice que tú tienes que creer que Jesús fue resucitado de entre los muertos y
confesar que él es el Señor. Entonces Él será tu Señor. Si tú no crees que
Él fue resucitado de entre los muertos, Él no será el Señor. Si Él no es tu
Señor, tú no eres salvo. Es tan sencillo.
Cree en la Biblia. No creas
en los predicadores, ni en mí creas. Busca por ti mismo. Busca en las
escrituras y encuentra si lo que estoy enseñando es verdad.
Todavía
mejor, ve por tu Biblia y ábrela hoy en Romanos 10:8-10. Velo por ti mismo
que estas palabras son la verdad. Le 1 Corintios 15:1-4 y Marcos 1:14-15 y
ve que son la verdad.
1 Corintios 15:2 dice que si no creemos que
Jesús fue resucitado de entre los muertos, nuestra creencia es vana o nula.
Si tú quieres que Cristo sea el Señor de tú vida, tendrás que confesarle a
Él.
Tú tendrás que creer que Jesús fue resucitado de entre los
muertos, confesarle como Señor. Entonces Él vendrá a ser el Señor de tu
vida. Haciendo esto, tú estarás sometiendo tú vida a Él.
La gente
dice: "Jesús es mi Señor". Entonces yo les pregunto: "¿Crees en el
evangelio?"
"¡Ah, sí!"
"¿Crees en la muerte, el entierro y la
resurrección?"
"¡Ah, sí!"
"¿Tú crees que es el poder de Dios?"
"Yo no sé".
"¿Tienes algo del poder en tú vida?"
"No, pero
yo creo que Jesús es mi Señor".
He caminado en medio de multitudes
como esta. Ellos no sabrían de Jesús aún si Él llegara en un burro. Ellos
solo han oído acerca de Él. No los estoy despreciando. Yo solamente estoy
tratando de decirte que ellos no conocen a Jesús el hombre.
Él es un
hombre, ¿Lo sabes? Anteriormente me habría sorprendido decir: "el hombre".
La gente religiosa dice: "Ah, no seas irrespetuoso. Él es el Hijo de Dios".
Bueno, Él era un Judío, Él era un carpintero. Él era hijo de María. Él
era indistinguible del resto de la gente, hasta que Él recibió el Espíritu
Santo y pasó 40 días en el desierto, ayunando y hablando la Palabra de Dios
al diablo.
Él venció al diablo y regresó a Galilea en la habilidad
del Espíritu Santo. Jesús llamó a sus discípulos y ellos fueron a Capernaúm.
Ahí, en el día de reposo, Él enseñó en la sinagoga. La gente estaba
sorprendida cuando los demonios gritaban saliendo del hombre.
¡Ese es
el verdadero Jesús! Eso hizo en aquel tiempo y Él está haciendo lo mismo el
día de hoy. Estamos viviendo en un tiempo emocionante.
Jesús dijo:
"Arrepiéntete y cree en el evangelio", la muerte, el entierro y la
resurrección. Si tú no crees en cualquier otra cosa, cree en el evangelio.
Eso es todo lo que es necesario.
Tú necesitas saber cómo yo empecé a
caminar con Dios. Yo pensé que mucho conocimiento me iba a dar mucho poder.
Yo leí cada libro que puede. Leí los libros de predicadores y escuché sus
casetes. Yo tenía un casete en mi carro. Yo tenía Biblias en mi carro. Yo
tenía los casetes del Viejo y el Nuevo Testamento en mi carro. Estaba
leyendo los libros de todos, escuchando los casetes y muriendo cada día.
Dios dijo que el poder de Dios es en el evangelio. Yo pensé que eso era
muy simple. ¿Cómo puede ser eso? El poder de Dios está en el hecho de que
Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día. Jesús me dijo: "¡Doyle,
arrepiéntete y cree en el evangelio!"
Entre más camino con Dios, mi
camino regresa a la verdad básica. No olvides en creer que Jesús murió, fue
enterrado y resucitó. Eso es el poder de Dios para salvación de la gente que
cree en la verdad. Eso es de lo que se trata este libro. Te está enseñando
Cristianismo, la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús.
¿Sabías que muchos Cristianos todavía tienen a Jesús en el pesebre? Ellos
continúan percibiéndolo como un bebé. Otros tanto lo tiene todavía en la
cruz. Sólo algunas personas saben del verdadero Jesús (Jesús el resucitado).
Ellos saben del Jesús histórico, pero ellos no saben que Cristo resucitó de
entre los muertos.
Yo he dicho esta historia muchas veces en la
iglesia y en la escuela Bíblica. Está viniendo en mi espíritu ahora:
Un día estaba parado afuera en mi jardín y estaba pensando acerca de cómo
fui criado en la iglesia. Mi padre y madre han sido Cristianos más de 60
años. Yo sabía acerca de David a través de la Biblia. Sabía de Abraham. Y
había oído acerca de Elías. Parecían hombres. Ellos parecían hombres
bastante fantásticos, pero eran hombres.
Sin embargo, Jesús era como
un extraterrestre que era inaccesible. Él era como años luz de distancia de
mí. Yo pensé que sería bonito si pudiera conocer a ese hombre.
Yo
dije a Dios: "Yo quería saber porque David era como un hombre, Abraham y
Pablo eran hombres. Tu Palabra dice que tu hijo era un hombre. ¿Por qué Él
es inaccesible? Dios me dijo: "La gente en la iglesia a la que asistías no
tenían la revelación de mi Hijo".
Nosotros conocimos a todos los
hombres de la Biblia según la carne. Tú no puedes conocer a Jesús según la
carne. 2 Corintios 5:16 dice: "De manera que nosotros de aquí en adelante a
nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne,
ya no lo conocemos así".
Nosotros una vez conocimos a Jesús según la
carne. Sin embargo, Él murió y resucitó al tercer día. Ahora nosotros lo
conocemos como el Cristo resucitado. ¡Él está vivo para Dios! Si tú conoces
al verdadero Jesús, Jesús el resucitado, Él hará cualquier cosa en ti y en
mí.
Este es el Cristo que quiero conocer. Este es Jesús de Nazaret
que quiero entender. Él es el primero que resucitó, no él que está en la
cruz y todavía está ahí sufriendo.
Yo no quiero oír acerca de Jesús
el religioso. Yo no tengo tiempo de poner a Jesús en el pesebre en el tiempo
de Navidad. Lo siento, por destrozar tus doctrinas, pero no pierdo el
tiempo. Él no está en el pesebre. Ese no es el evangelio.
Gracias a
Dios que Él te está revelando el verdadero evangelio, la muerte, el entierro
y resurrección del Señor Jesús. ¡Arrepiéntete de todas la mentiras que hayas
creído acerca del evangelio y cree en la verdad!
CAPÍTULO 10
LA IMPORTANCIA DE OÍR EL EVANGELIO
Tú probablemente te
empezaste a preguntar sobre lo que estoy escribiendo. Yo estoy contento de
ser libre de mis caminos religiosos. Estoy feliz de poder hablar del modo
que quiero hablar.
Tengo que transmitirte estas palabras para
ayudarte a obtener una revelación de ellas. No me preocupo ya, si alguien
piensa que yo soy conformista a la imagen de las tradiciones religiosas de
un predicador. Yo solo quiero complacer a Jesús.
Tú tienes que oír el
evangelio y creerlo. Mira otra vez en Romanos 10:13, que dice:
"Ya que
todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo".
Nota las palabras
"todo aquel" Estas palabras quieren decir: cualquiera, incluyendo a ti y a
mí.
Romanos 10:14 dice: 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual
no han creído? ¡Tú no puedes llamarle a menos que creas! ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? Tú no puedes creer si tú no has oído. ¿Y cómo
oirán sin haber quien les predique? Alguien tiene que predicar el evangelio
a ti y a mí.
En Gálatas 3:8 nos dice que Dios predicó el evangelio a
Abraham diciendo: "En ti serán benditas todas las naciones". Eso es el
evangelio y Dios predicó esas palabras a Abraham. Esto lo veremos en otro
libro.
Vas a tener mucho evangelio dentro de ti después de que hayas
leído este libro que vas a querer otro exactamente como este. Tú tienes que
tener la revelación del evangelio del Señor Jesucristo. Te tiene que ser
predicado.
Romanos 10:15 dice:
15 ¿Y cómo predicarán si no son
enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»
¿Cómo oirás a
menos que alguien te predique la muerte, el entierro y la resurrección del
Señor Jesucristo? No puedes.
El evangelio que oí cuando era un joven
no era el evangelio del Señor Jesucristo.
Los predicadores dicen:
"Vamos a leer el evangelio". Ellos leen el evangelio de acuerdo a Mateo.
Cuando ellos llegaron a la sanidad, lo brincaron. Cuando ellos llegaron a
sacar demonios, ellos no podían ver eso. ¡Ellos están tan segados que ni
siquiera saben que está en la Biblia!
Juan 3:16 es un verso en la
Biblia que he oído, probablemente miles de veces. De hecho estaba en un
letrero como a una milla (1.6 km) de mi casa. Cada vez que iba al centro, lo
veía. Debajo del letrero, alguien tuvo la desfachatez de escribir: "Si tú no
crees esto, te vas a ir al infierno".
Jesús no dijo eso, Él dijo que
si tú crees Juan 3:16, tú tendrás vida eterna, Jesús dijo que predicáramos
el evangelio. Él no dijo que escribiéramos mensajes en carteles diciendo que
la gente va a ir al infierno.
Juan 3:16 está en la Biblia y es el
evangelio. Sin embargo, no tenía ningún concepto de lo que significa. Juan
3:16 no te hará ningún bien a menos que sea revelado a ti. El evangelio es
el poder de Dios para salvación de aquel que crea.
Continuemos viendo
en Romanos 10:14 y 15. ¿Cómo puede la gente oír, a menos que alguien les
predique? Ellos no pueden. ¿Cómo pueden ellos predicar, a menos que ellos
sean enviados? Ellos no pueden. ¿Quién los envían? ¿Denominaciones? ¡No! ¿La
iglesia? ¡No! ¡Dios tiene que enviarte! Si Él no te envía, tú no eres
enviado.
Yo estaba visitando a un hombre una vez. Él dijo: "Me
gustaría tener un título de doctorado de un seminario reconocido para que la
gente me acepte". ¡Él en verdad dijo eso! Tú te sorprenderás al descubrir
como la religión a distorsionado el ministerio.
Ese hombre descubrió
que él no puede ser aceptado a menos que tenga un título de doctorado de un
seminario. Eso es verdad a menos que Dios te envíe. Si Dios te envía, Él te
enviará a predicar el evangelio del reino. La gente te recibirá aunque
solamente seas un ex-veterinario.
Hoy en América, casi todos los
ministros han sido exaltados por una y más denominaciones. Los ministros en
el movimiento de la "Palabra" no han renunciado a sus doctrinas de las
denominaciones. Jesús nos dice en Marcos 7:6-13 que enseñar los mandamientos
o tradiciones del hombre hacen la Palabra de Dios invalida. No estoy
poniendo abajo a estos ministros. Ellos como todos nosotros, necesitan
arrepentirse de las doctrinas de sus denominaciones.
Dios me habló
cuando yo ejercía la veterinaria y era un Laico Metodista en McKinney, Texas
en una pequeña ciudad al Norte de Texas. Él dijo: "Ve a Plano, Texas y habla
a la gente de Plano". Yo dije: " ¿Ir a Plano y hablarles de qué? " Él dijo:
"Ve en Hechos 11 cuando Pablo fue a Antioquia y tú vas a entender".
Yo fui al capítulo y Dios me habló. Él dijo: "Lo que tomó lugar en
Antioquía, tomará lugar en Plano". Eso es exactamente lo que ha pasado.
Yo no conocía a ningún Cristiano en Plano, Texas. Nadie me estaba
buscando. Sin embargo, en un plazo de seis semanas, la gente empezó a venir.
Ellos habían hablado con gente en todos los Estados Unidos de América,
tratando de encontrar a alguien que estableciera una iglesia.
Este
grupo de personas en Plano había tenido dos pastores en dos años. Ellos eran
un grupo herido de Cristianos. Una iglesia empezaba y caía. Otra iglesia
empezaba y otra vez caía. Algunas de estas personas vinieron y me dijeron:
"¿Podrías ministrar en nuestra iglesia?"
Yo dije: "No, yo ya tengo mi
ministerio. Vendré a Plano con el ministerio que tengo. Si quieren unirse,
ustedes pueden". Ellos dijeron: "Vamos por cualquier cosa. Hemos pasado por
suficientes divisiones". Así fue como este ministerio empezó.
Dios me
dijo seis semanas antes de esto: “Ve y habla a las personas de Plano”. Yo
dije: “Las personas de Plano ni siquiera me conocen. No me están buscando”.
Sin embargo, ahí estaban. Ellos están diciendo: “¿Dónde está el hombre de
Dios que vendrá aquí y nos hablará la Palabra?”
Un hombre dijo:
"Después de que te oí, ya no quería oírte más. Después de que oí lo que tú
dijiste, no me gustaron tus enseñanzas". Él le había pedido a Dios que
mandara a un hombre de Dios, pero realmente él no quería oír la palabra de
Dios. Sin embargo, él oyó la Palabra. Él todavía está en esta iglesia. Es
por la gracia de Dios que cualquiera de nosotros estemos aquí.
Romanos 10:15 declara: "¿Cómo ellos predicarán, excepto ellos sean enviados?
Ellos no pueden. A menos que Jesús te envié, sino quédate en casa. Si tú no
crees que Él fue resucitado de entre los muertos, Él no te enviará. Él no te
está hablando. Es otro espíritu.
Finalmente, lee la última parte de
Romanos 10:15:
…Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de
los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!»
Cuando
el predicador es mandado, sus pies anunciarán la paz del evangelio. Él
traerá las buenas noticias del evangelio a ti. Entonces tú oirás y verás el
evangelio del reino de Dios, la muerte, el entierro y la resurrección de
Jesucristo.
CAPÍTULO 11
LA IMPORTANCIA DE LA FE QUE
VINE POR EL OÍR EL EVANGELIO
La fe es una necesidad para creer u
obedecer la Palabra de Dios. ¿Cómo obtengo fe?
La fe viene por creer
en el evangelio. Romanos 10:17 dice que la fe viene por el oír y el oír
viene de la Palabra de Dios. Si tú quieres oír y creer la Palabra de Dios,
tú tienes que oír el evangelio.
Mira en Romanos 10:16:
16
Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha
creído a nuestro anuncio?
La Palabra de Dios que tienes que oír es el
evangelio. Sin embargo, no todos creen el evangelio. Quiero que veas que
obedecer el evangelio y creer el evangelio son lo mismo.
La fe viene
por creer el evangelio. La fe no viene por tener una confesión positiva de
la Palabra de Dios. El hecho de que te confieses a ti mismo ser justo,
perdonado o prospero no hace que tu confesión se manifieste.
Si tú
crees que Jesús murió, fue enterrado y resucitó el tercer día, tú crees en
el evangelio. Si Jesús es Señor de tú vida, tú vas a servirlo con tu
espíritu en el evangelio. Si tú crees el evangelio, tú vas a obedecer el
evangelio.
Si tú no obedeces el evangelio, no crees en el. Déjame
recalcar que si tú obedeces el evangelio, ¡tú crees que Jesús murió, fue
enterrado y resucitó el tercer día!
¿Tú sabes lo que dice Pablo en
Filipenses 3:5 y 6? Él dice que, él en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto a
la justicia que se basa en la Ley, el era irreprochable.
Entonces él dice
en versos 8-10:
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por
amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo
9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que se basa en la
Ley, sino la que se adquiere por la fe en Cristo, la justicia que procede de
Dios y se basa en la fe.
10 Quiero conocerlo a él y el poder de su
resurrección, y participar de sus padecimientos hasta llegar a ser semejante
a él en su muerte.
¿Tú conoces a Jesús? ¿Tú conoces el poder de Su
resurrección, el cual Dios trabajó en Cristo cuando Él lo resucitó de entre
los muertos? ¿Tú conoces ese poder? O ¿Simplemente has oído hablar de Jesús?
¿O sólo conoces a un Jesús religioso, cuyos cuadros o estatúas viste en
tu iglesia, que tenía una corona de espinas en la cabeza, algo anémico,
carcomido, débil, pálido, en una imagen que ellos llaman Jesús? Bueno, mi
amigo, tú necesitas leer el evangelio.
Lee Isaías, capítulo 52 y 53.
Lee los Salmos 22, 88 y 89. Ve si encuentras en esas páginas a Jesús como se
ve en el cuadro que tienen colgado en tu iglesia.
Entonces ve a Jesús
resucitado en los primeros tres capítulos de Apocalipsis. Ve si tú puedes
encontrar a tu religioso Jesús descrito ahí, como Él se reveló asimismo al
apóstol Juan. ¿Él se ve como el cuadro que está colgado en tu iglesia?
Tú te harás un favor si te libras de ese cuadro ridículo. No es el
Cristo. Es producción del hombre, hecho para vender y tener ganancia.
No seas engañado. La fe no viene por obedecer la ley. La fe no viene
por: "No codiciaras". La fe no viene por: "No cometerás adulterio". La fe no
viene por: "No dirás falso testimonio". La fe no viene por: "Honrarás a tu
padre y madre".
La fe viene por creer que Jesús murió, fue enterrado,
resucitó en el tercer día y que Él ascendió al cielo. Él está sentado ahí
hoy, intercediendo por ti.
Tú estás sentado ahí [en lugares
celestiales] con Cristo Jesús (Efesios 2:6), y tú estás bendecido con toda
las bendiciones espirituales en los lugares celestiales (Efesios 1:3). Oye y
cree en esto. Ese es el modo como la fe viene.
CAPÍTULO 12
LA IMPORTANCIA DE OÍR Y GUARDAR LA PALABRA
Hay tres relatos
en el Nuevo Testamento, Mateo, Marcos y Lucas, describen la parábola del
sembrador. Marcos 4:9 nos dice que si tenemos oídos para oír, nosotros
debemos oír la Palabra de Dios.
Jesús enseñó la parábola del
sembrador. Él dijo que el sembrador va y siembra la Palabra. La Palabra que
es sembrada es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó al tercer día.
Examina la escritura en Mateo, Marcos y Lucas. Mateo 13:23 dice: "el que
oye y entiende la palabra,…" Marcos 4:20 dice: "Oyen la palabra, la reciben
…" Finalmente, Lucas 8:15 dice: "La palabra oída, la retienen,…"
Si
tú oyes y entiendes, oyes y recibes, oyes y retienes la Palabra de Dios,
¿Sabes lo que te va a pasar? Esa Palabra te convertirá.
Tú tienes que
oírla y recibirla. Tú tienes que recibir estas palabras, que Jesús murió,
fue enterrado y resucitó por ti. ¡Sólo por ti! No ha habido otra persona en
la faz de la tierra, que haya muerto y resucitado por ti. Oye y recibe la
Palabra de Dios.
¿Qué es lo que Mateo en 13:23 quiere decir? ¿"El que
oye y entiende la palabra,…" [La Palabra de Dios]? ¿Entender qué? ¡Que Él
murió por ti! Él murió y fue al infierno. Él estuvo ahí tres días. Él estuvo
ahí por ti. ¿Entiendes esto?
Jesús resucitó por medio del
funcionamiento de su fe en Dios. Si tú oyes estas palabras, las entiendes y
las guardas, entonces ellas te convertirán. ¿Sabes lo que esta
transformación te hará? Te cambiará tú vida.
El mundo ha predicado
que la gente tiene que tomar una decisión religiosa, que ellos tienen que
tomar la decisión un día y seguir a Jesús. La religión tiene una canción con
el título: "Yo He Decidido Seguir a Jesús". Tú no puedes sólo decidir seguir
a Jesús. Tú puedes venir a Él sólo si el Padre lo ha enviado para atraerte a
Él. (Juan 6:44).
Jesús dijo en Mateo 16:24, "—Si alguien quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". Tú no decides. Tú
simplemente tomas tu cruz y sigues a Jesús.
Cuando tú lo sigues, Él
va a guiarte en caminos de justicia por el bien de Su nombre. Dios es el
Único que te guía al arrepentimiento. Dios es el Único quien te guiará en
caminos de justicia.
Encontrarás un momento en tú camino con Jesús,
cuando pensarás que no puedes dar otro paso más. Entonces Él te mostrará
Romanos 8:35-39. Él te dirá ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni
lo profundo, tribulación, angustia, persecución, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios.
2 Juan, verso 6 dice:
6 Y
éste es el amor: que andemos según sus mandamientos. Éste es el mandamiento:
que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.
A
menos que Jesús tome tu vida y te guie en caminos de justicia, tú no vas a
ningún lado. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús por unirte a una
iglesia. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús por unirte a una
organización. Tú tal vez pienses que estás siguiendo a Jesús, predicando el
evangelio o tú versión del evangelio.
Déjame ser franco. Si no nos
dejamos guiar por el Espíritu de Dios, Hebreos 12:8 y Romanos 8:14 nos dicen
que ¡Somos bastardos! Es así de simple. ¿Tú sabes que significa bastardo? Un
bastardo es aquel que no tiene un padre.
En Juan 14:18 dice, que la
gente sin el Espíritu Santo está sin consuelo. Ellos son huérfanos. Ellos no
tienen padre. Ellos no conocen a su Padre. A menos que tengan el bautismo
del Espíritu Santo, el cual viene por oír el evangelio con la evidencia de
hablar en otra lengua, tú solamente eres un huérfano espiritual.
Escucha, yo he estado ahí. Por eso enseño lo que enseño. Por eso puedo
compartir lo que comparto. Yo hablo palabras simples. Si no habló palabras
simples, como Jesús las pone en mi corazón y en mi boca, entonces no te
beneficiarán.
Más aún, Si he rehuido anunciaros todo el consejo de
Dios (Hechos 20:27), no te hará provecho, no me hará provecho a mí. ¡No
quiero ser desechado! Quiero ser un sirviente de provecho y fiel cuando este
frente al Juicio del Gran Trono Blanco.
Oye el evangelio y guardarlo.
Cree que Jesús murió por ti, fue enterrado y resucitó al tercer día. ¡Cree
estas palabras!
CAPÍTULO 13
NUESTRO DIOS REINA
En Isaías, capítulo 52, el profeta Isaías profetizó por el Espíritu de
Dios, unos 750 años antes de que Jesús viniera, a morir, ser enterrado y
resucitado. Él profetizó en verso 7:
7 ¡Cuán hermosos son sobre los
montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que
trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: «¡Tu
Dios reina!»!
¿Tu Dios reina? O ¿Tú conoces a Jesús como Salvador?
¿Te han dicho que Jesús reina?
1 Corintios 15:25 y 26 dice:
25
Preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies.
26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte
¿Has leído alguna vez esto?
Notas que en 1 Corintios 15:24 dice:
"24 Cuando entregue el Reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo
dominio, toda autoridad y todo poder". Él va a reinar hasta que todo
dominio, autoridad y poder haya sido suprimido. ¿Estás de acuerdo?
Isaías 52:8 dice: "8 «¡Voz de tus atalayas!» Alzarán la voz; a una voz
gritarán de júbilo, porque con sus propios ojos verán que Jehová vuelve a
traer a Sión".
¿Puedes ver la última parte de este verso?
"Ellos con
sus propios ojos verán que Jehová vuelve a traer a Sión". Si los Metodistas,
Bautistas, Pentecostales, Católicos y todas las otras denominaciones no ven
con sus ojos, Jesús no es tú Señor y tú no estás en Sión.
¿No te
engañes? Si tú eres una persona de las denominaciones, una persona de la
Palabra, carismático o cualquier otra cosa y si tú no enseñas la misma
doctrina, entonces tú no ves con tus ojos. Si tú no ves con tus ojos,
entonces no puedes caminar en comunión unos con otros.
1 Juan 1:7 dice:
"7 Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado". ¡Ves
esto!
"Verán con sus ojos…" "Camina en la luz…" Jesús es la Luz. Él
es la Palabra que fue manifestada en la carne. No hay lugar para las
denominaciones. No hay lugar para las divisiones en el cuerpo de Cristo
porque todos debemos ver con los ojos.
En Amós 3:3 hace esta
declaración: 3¿Andarán dos juntos si no están de acuerdo? Ellos no pueden.
¿Cómo puedes ver con tus ojos a menos que tengas la misma doctrina? Tú no
puedes tener tu Pentecostal, Bautista, Metodista, "los de la Palabra" u otra
doctrina y decir que tú eres de Cristo a menos que tu doctrina este de
acuerdo con la doctrina de Cristo. Tú solamente te estás engañando. Tú estás
engañado, mi amigo.
En 1 Timoteo 1:3, Pablo dice: "3 Para que
mandaras a algunos que no enseñen diferente doctrina…" Estos versos dicen:
"No enseñen diferente doctrina".
La Biblia es sencilla. Está escrita
en un nivel de quinto año. Si puedes leer el nivel de quinto año, puedes
leer la Biblia. Si te humillas a ti mismo, Dios te dará entendimiento.
Te das cuenta que la última parte de Isaías 52:8: " con sus propios ojos
verán", gloria a Dios, "que Jehová vuelve a traer a Sión". Sión es
seguramente la iglesia.
Dios va a traer a la iglesia en unidad, verán
con sus ojos. Efesios 4:3 dice que nosotros debemos "procurando mantener la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz"
"Mantener la unidad del
Espíritu". "Procurando mantener". Dios va a traernos para ver con nuestros
ojos.
En Efesios 4:13 dice: "13 Hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios…" Este verso nos dice que
debemos llegar a la unidad de la fe y el conocimiento del Hijo de Dios.
Entonces veremos con nuestros ojos.
Tú vas a tener que caminar
conmigo, te guste o no, porque la doctrina que predico es de Jesús. Su
doctrina viene de Su trono, por Su Espíritu, a través de mi corazón. Tú vas
a tener que caminar conmigo y ver con tus ojos. Tú no puedes esconderte
detrás de la doctrina de tu denominación. No puedes esconderte detrás de
falsedades, mentiras y decir que tú amas a Jesús. Eso no puede ser verdad.
Jesús te está enfrentando y te está desafiando este día por tus acciones
hipócritas:
UNA PROFECÍA
Yo te digo, si te humillas a ti
mismo, oras, buscas Mi cara y cambias tus malos caminos, tú oirás del cielo.
Yo te perdonaré tus pecados de rebelión. Yo sanaré tu tierra. El Señor te
dirá: Tú has seguido caminos que no son Mis caminos. Tú has ido por caminos
que no son Míos. Tú has ido detrás de dioses extraños. Tú has ido detrás de
dioses de prosperidad, dioses de sanidad, donde no existen tales dioses. Tú
no has buscando al Dios de Abraham, Isaac y Jacobo, el Dios que te sana, el
Dios que te da salud, el Dios que causa tu prosperidad, el Dios que prospera
tu alma, y por consiguiente te prosperará y dará salud. Pero has buscado
dioses extraños, dioses extraños que no existen. Tú te has apartado del
camino, cometiendo error, has codiciado el dinero y ganancias deshonestas.
Has perforado en pedazos tu propia alma. Te separaste del Dios que te ama.
Humíllate a ti mismo este día y regresa a tu Dios, el Dios que te ama, tu
primer amor, el Dios que te sacó del desierto, el Dios que se te reveló, que
te sanó, te hizo prospero, perdonó tus pecados y guio en el camino correcto.
Entonces Dios te recibirá este día, dice el Señor. Él te recibirá como a una
oveja extraviada, te traerá al rebaño y te fijará. Entonces serás para Él
una bendición en la tierra, dice el Señor.
Bueno, ¡gloria a Dios!
Dios me habló hace cinco años y dijo que la iglesia de América no podía
discernir entre su mano izquierda y su mano derecha. Eso fue hace cinco años
en Julio de 1985. Él me dijo en aquel momento: " Yo voy a juzgar a los
Estados Unidos de América con tu boca".
Yo no podía creer eso, en ese
entonces, pero ahora sí. Yo acepto eso. Si tú puedes aceptar eso, gloria a
Dios. Si tú no puedes, está bien también. No hay problema para mí. Eso es
entre Dios y tú.
Cuando Dios traiga otra vez a Sión, la iglesia verá
con sus ojos. ¡Gloria a Dios! La iglesia verá con sus ojos cuando haya oído
el evangelio y lo haya creído. Jesús murió, fue enterrado y resucitó al
tercer día. ¡Este es un buen momento para servir a Dios y obedecerlo!
CAPÍTULO 14
RESUMEN
En este libro, te he dado
la introducción básica del evangelio del Señor Jesús. Tú has visto a través
de este libro que el evangelio es que Jesús murió, fue enterrado y resucitó
al tercer día.
Además, has visto que la predicación es simplemente
proclamar el evangelio. No hay lugar para la interpretación o la
especulación. Estas palabras están escritas con sencillez.
Más a
fondo, tú has visto que la muerte, el entierro y la resurrección de Jesús es
el único evangelio verdadero. Es el poder de Dios para salvación para todos
aquellos que creen. Tú tienes que seguir o continuar en el evangelio, o tu
creencia es en vano.
El evangelio del reino de Dios siempre es
predicado con autoridad y siempre tiene el poder de Dios asociado con él. La
religión ha pervertido el evangelio, predicando solamente la Palabra,
usualmente sus palabras. Ellos rara vez manifiestan algo de poder. Ese es un
evangelio falso y aquellos que predican otro evangelio que no es el
evangelio verdadero son anatemas.
Tú fuiste instruido en Marcos 1:14
y 15, a arrepentirte y creer en el evangelio. Arrepentirte es cambiar tú
voluntad a la voluntad de Dios. Después de arrepentirte, tú tienes que creer
en el evangelio. Para creer en el evangelio, tú tienes que oírlo. Y tienes
que oír y ver el evangelio de un predicador a quien el Espíritu Santo envió.
De acuerdo con Hechos 8:5 y 6, Felipe predicó a Cristo [el evangelio] a
los Samaritanos. La gente puso atención mientras Felipe habló. Ellos oyeron
y vieron los milagros que él hizo. Si un predicador es enviado, él te
predicará el evangelio a ti. ¡El evangelio te traerá buenas novedades de
cosas buenas!
Si tú necesitas salvación, tienes que creer en Romanos
10:9 y 10. Tienes que creer en tu corazón que Dios resucitó a Jesús de entre
los muertos. Tú tienes que confesar a Jesús como el Señor de tu vida. Esto
es sencillo, no la oración de los pecadores, ni a caminar en medio del
pasillo de la iglesia. Solamente obedece la Palabra de Dios.
La fe
viene por oír el evangelio de Jesucristo. Recuerda, tú debes haber oído la
Palabra del predicador que Dios envió. Entonces vas a poder creer en Dios y
Llamarle con fe.
Los predicadores te han dicho que confieses a Jesús
como Salvador o Sanador o como el Único que puede darte prosperidad o paz.
Sin embargo, tú puedes continuar teniendo sanidad, prosperidad y otras
bendiciones sólo si Jesús es tu Señor.
¿Cómo puedes saber si Jesús es
tú Señor? Si tú oyes el evangelio y lo obedeces, entonces Jesús es tú Señor.
Santiago 1:22 dice: 22 Sed hacedores de la palabra y no tan solamente
oidores, engañándoos a vosotros mismos. ¿Quién quiere ser engañado? Nadie.
Entonces oye el evangelio y guárdalo. Medita en el día y noche.
Finalmente, en Isaías capítulo 52, tú viste que Dios reina. Tú y yo veremos
con nuestros ojos cuando el Señor traiga otra vez Sion. La iglesia entrará
en la unidad de la fe y del conocimiento de Jesús (Efesios 4:13). Las
doctrinas de las denominaciones y otras doctrinas falsas serán destruidas.
El evangelio verdadero será predicado, la muerte, el entierro y la
resurrección de Jesús.
Efesios 4:3-6 dice: procurando mantener la
unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un solo cuerpo y un solo
Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra
vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre
de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos. ¡Alabado sea Dios!